La esclerodermia, una enfermedad autoinmune, afecta a unos 80 lucenses

Este miércoles se celebra el día de concienciación sobre esta patología, que suele iniciarse con la inflamación de manos, cara o pies
Imagen de archivo de una de las habitaciones del Hula. AEP
photo_camera Imagen de archivo de una de las habitaciones del Hula. AEP

La esclerodermia es una enfermedad crónica y autoinmune, poco frecuente. Afecta a una de cada 50.000 personas y los reumatólogos del Hula tienen unos 80 pacientes a seguimiento por este motivo. Este miércoles se celebra el día de concienciación sobre esta patología, de la que los profesionales y las asociaciones de pacientes aspiran a aumentar el conocimiento para favorecer el diagnóstico precoz.

"A veces algún paciente te dice que empezó a notar alguno de los síntomas hace diez años, pero que como no le dolía no le prestó mucha atención", explica Carlota Íñiguez, especialista en Reumatología del Hula. Precisamente eso, ignorar los síntomas iniciales, es lo que hace que muchos tarden en informar al médico y, en consecuencia, se retrasa el diagnóstico y el tratamiento.

La doctora Íñiguez apunta que la enfermedad suele manifestarse de partida con inflamación en manos, aunque a veces se da en la cara y en los pies. Al principio puede que solo se note en la punta de los dedos pero que con el tiempo se extienda por el resto de la mano. Aparece entonces esa dureza de la piel característica y que puede tener consecuencias para las pacientes que realizan trabajos manuales.

También se producen cambios de coloración en las manos, pies o cara con el frío, lo que se conoce como síndrome de Raynaud. No es un fenómeno exclusivo de la esclerodermia pero sí muchas veces ligado a ella y que, a menudo, es lo que lleva a los pacientes a consultar con el médico porque el cambio de color es muy llamativo.

Se debe a problemas de vascularización en la zona y hace que los diagnósticos se produzcan más en invierno. "Aunque en Lugo el invierno es muy largo e incluso en verano les decimos a los pacientes que tengan precaución. El agua de las playas gallegas suele ser fría, también en verano", explica la doctora Íñiguez.

La esclerodermia puede también tener consecuencias en el aparato respiratorio o digestivo. Los pacientes pueden tener problemas para tragar, dificultad para respirar, dolor en el pecho...

Los reumatólogos dan a todos los afectados unas recomendaciones generales, como evitar el contacto con el frío y prescindir de fumar porque es perjudicial para el sistema vascular, y tratan de forma específica los síntomas que tenga cada paciente. Piden que las personas que perciban alguno de esos síntomas consulten a sus médicos para que puedan tener un diagnóstico lo más temprano posible.

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