La historia se repite para frustración de los dueños de una empresa lucense de vénding, que sienten impotencia ante el cúmulo de robos sufridos en tan solo un año, que suman más de 80.
Dos encapuchados reventaron este viernes, poco antes de las tres de la madrugada, la máquina expendedora de aperitivos y gominolas que se encuentra a las puertas de un establecimiento de hostelería en Ombreiro.
Agentes de la Policía Científica inspeccionaban este viernes la máquina reventada, realizaban fotografías, tomaban huellas y se llevaban las imágenes grabadas por una cámara de videovigilancia, con el fin de intentar localizar a los dos asaltantes, que daban la apariencia de que eran jóvenes, no profesionales como en otros asaltos sufridos por la empresa afectada.
Los amigos de lo ajeno se llevaron el monedero de la máquina. Entre el contenido de esta pieza y la recaudación, el botín pudo ascender a unos 500 euros en metálico. El importe de los daños causados fue mucho mayor. Triplicó esa cuantía, según las estimaciones realizadas por la empresa.
Además de las más de 80 máquinas forzadas, esta empresa sufrió en enero pasado un asalto a la nave que tiene en Castro de Ribeiras de Lea
Esos 1.500 euros en desperfectos suponen más de una cuarta parte del coste de la máquina expendedora.
Uno de los socios de la firma afectada, resultante de la unión de Serega y Egal Vénding, mostraba su sorpresa porque los ladrones se suelen llevar los monederos, no solo el dinero que contienen. La pieza cuesta entre 400 y 500 euros. Este empresario no saben si lo hacen para venderla.
ESTADO DE ALARMA. Este es el tercer asalto a una expendedora de esta empresa de vénding durante el confinamiento. Los anteriores fueron a una máquina que se encuentra en la Casa do Deporte de Lugo y a otra que está en un establecimiento de hostelería del barrio As Gándaras.
Además de las más de 80 máquinas forzadas, esta empresa sufrió en enero pasado un asalto a la nave que tiene en Castro de Ribeiras de Lea. Entonces un grupo organizado realizó un alunizaje con un turismo robado. Tres delincuentes profesionales reventaron una de las puertas automáticas y metieron el vehículo dentro de las instalaciones. Después se marcharon en él hasta la gasolinera de O Picato para robar la expendedora del restaurante.
