"Empezamos a tomar medidas ante el covid-19 en enero"

RAQUEL BARBOSA especialista en medicina preventiva del Hula ▶ Empezó a observar qué estaba pasando en Wuhan en diciembre y, con los primeros casos en Italia, tuvo claro que el nuevo coronavirus también llegaría al Hula. Ejerce una especialidad poco conocida, que ha tomado una relevancia evidente tras esta crisis y cree que la vigilancia de las infecciones, básica en su campo, se reforzará en el futuro
Raquel Barbosa.EP
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En verano cumplirá tres años en el servicio de Medicina Preventiva del Hula, a donde llegó desde el hospital de Monforte. El trabajo ha sido constante esta temporada y el ritmo no se detiene. Explica su labor en esta entrevista.

¿Cuándo empezó a fijarse en lo que pasaba en Wuhan? ¿Creyó que llegaría a ser una pandemia o que sería algo más localizado?

En diciembre parecía que era algo que iba a estar circunscrito a China pero sabíamos que las posibilidades de que se extendiera siempre las hay. Es una zona con la que tenemos cierto movimiento de personas. Las probabilidades entonces eran bajas con los controles que se estaban estableciendo. En el mes de enero empezamos a valorar que era más fácil que llegase y, con los primeros casos en Italia, un país tan parecido a España y tan cercano, creo que todos fuimos conscientes de que también tendríamos nosotros el problema.

¿Qué características tiene que tener un patógeno para propagarse con rapidez? Porque, por ejemplo, una mortalidad muy elevada limita su transmisión...

Cierto. Cuando las enfermedades tienen una elevada mortalidad las personas se van a mover menos y va a haber menos transmisión. Cuando producen cuadros más leves, o dentro de todo el abanico que personas que se contagian las hay con cuadros leves, la transmisión es mucho más fácil. Por otro lado, en que haya más o menos contagios también tiene que ver el propio mecanismo de transmisión de la propia enfermedad. Cuando son patógenos que se transmiten por vía sanguínea, la transmisión es difícil porque tiene que ser, por ejemplo, por un pinchazo con sangre de otra persona. Cuando son enfermedades de transmisión por gotas o aérea la transmisión es más elevada.

¿Cuándo empezó el servicio de Medicina Preventiva a trabajar en el Covid-19?

En enero. Se revisaron las medidas que tenía que tener el hospital por si llegase el primer caso. En aquel momento, nos centrábamos en formar al personal para preguntar si los pacientes procedían de aquella área, que inicialmente era Wuhan y después toda China.

¿Qué ha aprendido en esta primera etapa que cree que se seguirá aplicando en el futuro?

En Medicina Preventiva ya es parte de nuestro campo la vigilancia y control de las infecciones, pero creo que ahora ha quedado muy clara la importancia que tiene. Más que aprender es un refuerzo de lo que ya sabíamos que era importante.

¿Cuál ha sido el momento más complejo de su trabajo?

Todos lo han sido y cada uno por una circunstancia diferente. Al principio por tener que preparar todo y hacer formación dentro del hospital para, en caso de que llegase la enfermedad, tener todas las medidas listas. Cuando hubo el pico, el trabajo se centraba en hacer el seguimiento de esos casos: declararlos día a día, pasar la información a las autoridades competentes, hacer las fichas de declaración obligatoria... Incluso ahora, que la gente puede pensar que tenemos muchos menos casos y por tanto menos trabajo, seguimos teniendo mucho porque nos tenemos que adaptar a esta nueva situación y conseguir que dentro del hospital la actividad se vuelva a reanudar en condiciones adecuadas.

Los test serológicos muestran que en Lugo ha habido escasa transmisión del virus. ¿Se lo esperaba y por qué cree que ha sido así?

Puede haber diferentes motivos para explicarlo. Entre ellos, las características de la población de Lugo. Igual en esta época estábamos recibiendo menos gente de zonas afectadas como China o Italia y hubo menos movilidad dentro de Lugo. Eso ha evitado la transmisión, igual que el hecho de que teníamos un número bajo de casos cuando empezó el confinamiento.

Ahora se insiste en que durante la desescalada lo primordial será la detección muy precoz de los casos y el rastreo de contactos. ¿Podría explicar cómo se hace y, por ejemplo, cuándo se considera a alguien un contacto estrecho, que vaya a recibir la prueba o deba aislarse?

Realmente nosotros el rastreo lo hicimos desde el principio. Al detectar un caso de coronavirus preguntamos por convivientes, contactos externos y contactos profesionales y a todos esos se les dan unas medidas, como vigilancia de los síntomas en los 14 días siguientes del contacto.ç

Pero ahora se quiere hacer más precozmente.

Sí. Yo creo que también hay diferencia entre lo que hemos hecho en Galicia y en Madrid. En Madrid el número de casos, llegado un punto era tan alto que era imposible rastrear los contactos. En Galicia sí que pudimos hacerlo. Ahora se insiste mucho en la detección precoz porque es la forma de localizar antes a la persona infectada para que deje de transmitir el virus.

Las personas que viven con un positivo son contactos estrechos que van a tener que aislarse también.

Sí, justo.

¿Un compañero de trabajo lo es?

Podríamos pensar que sí, pero depende de si el contacto es en una zona exterior o en el interior, el tiempo que han pasado juntas y la distancia a la que han estado el uno del otro.

Si una persona se cruza con un amigo en la calle y charla con él manteniendo la distancia no es un contacto estrecho, pero si lo invita a su casa a tomar un café sí.

Sí, así es. Hay que tener en cuenta ahora también el uso generalizado de mascarillas, en el caso de dos personas que tienen contacto, se mantienen a dos metros y utilizan mascarilla el riesgo es menor.

¿De qué depende que ahora no haya un rebrote más grave o sucesivos rebrotes que nos obliguen a confinarnos y desconfinarnos sucesivamente?

De muchos factores. De si conseguimos respetar las medidas de distanciamiento social y del comportamiento del virus, en el que hay cosas que desconocemos: cómo será la afectación en verano, si se comportará como la gripe en forma de ondas... En Lugo, con el número bajo de casos que tenemos, si conseguimos respetar las medidas de distanciamiento social, hacer detección precoz de nuevos casos y rastreo eficaz de contactos no tendríamos por qué tener un gran rebrote. Al tener menos casos, es verdad que tenemos menos inmunidad y si llega una segunda onda puede afectar a un número mayor de personas.

"Es mejor no usa guantesm que dan una falsa sensación de seguridad, y lavarse las manos"

¿Qué precauciones toma usted personalmente, en su casa y en la vida diaria?

Higiene de manos, distancia y limpieza. Sé que suena básico pero es lo que funciona. Hay errores, uno muy importante es el uso generalizado de guantes, que da una falsa sensación de seguridad. Salimos de casa con los guantes, tocamos el pomo, el móvil, la mascarilla, la cara... así no conseguimos nada. Es una medida incorrecta. Es mejor no usarlos y lavarse las manos. También se hace un uso incorrecto de la mascarilla.

¿Cómo se debe usar?

Debemos ponerla y quitarla con las manos limpias y no tocar nunca la parte delantera. No debemos apoyarla en cualquier superficie. Hay quien se quita la mascarilla cuando habla con otra persona, que es justo cuando tiene más sentido que la lleve puesta porque es el momento de mayor riesgo de emitir gotas.

Dado que la población no tiene acceso a un suministro constante de mascarillas, ¿se pueden reutilizar?

Se pueden reutilizar con las medidas adecuadas: si las tocamos siempre con la manos limpias y si no está húmeda con el uso.

¿Entre usos conviene guardarla en una bolsa?

Es mejor no usar plástico porque conserva la humedad. Sería más conveniente usar papel, como meterla en un sobre, por ejemplo.