"Dormí bajo cero en la calle y, si no te mueves, te quedas como un pajarito"

Un hombre llegado de León recurre a la Policía para hacer noche en el Fogar do Transeúnte
Miguel, este sábado esperando a que abriese el Fogar do Transeúnte. XESÚS PONTE
photo_camera Miguel, este sábado esperando a que abriese el Fogar do Transeúnte. XESÚS PONTE

La cena en el Fogar do Transeúnte se sirve a las siete de la tarde. Este sábado, con solo 1 grado a esas horas en Lugo, cuatro hombres hacían cola frente al albergue para poder comer algo caliente antes de irse a la cama. Un viento helado hacía muy difícil la espera pero, aun así, era necesario aguardar a que el agente jurado abriese las puertas para poder llevarse algo a la boca y, en algunos casos, encontrar un techo bajo el que poder pasar la noche.

Antonio —nombre falso—, recién llegado de Huesca, vencía al frío con paseos en torno al edificio. Acostumbrado a las bajas temperaturas, no le asusta el invierno lucense, que acaba de descubrir, quizás porque encontró alojamiento en el Fogar do Transeúnte y, hasta ahora, no se vio obligado a dormir en la calle.

Sin embargo, Miguel, un excamionero con problemas de alcoholismo, no lo tuvo tan fácil. Lugo es una etapa más de su viaje hacia A Coruña, donde tiene que arreglar unos papeles con solo 20 euros en el bolsillo, que era lo que decía llevar. Para Miguel, la de este sábado era su segunda noche en el Fogar do Transeúnte después de que, recién llegado a Lugo desde León en uno de los Alsa, sobre las once de la noche y bajo cero, se dirigiese a unos agentes de la Policía Local para encontrar un lugar donde dormir para personas sin recursos.

La noche anterior, la del jueves, había dormido en la calle, en León, a ocho grados bajo cero y la experiencia fue tan dura que era mejor no repetir. "Fueron muy amables conmigo. Nada más contarles lo que me pasaba, me trajeron al albergue y muy bien", decía, este sábado agradecido.

Sin embargo, la noche del jueves no fue fácil para Miguel. "El frío era intenso. Había ocho grados bajo cero y no tenía dónde ir a dormir. Así que me acerqué a un contenedor donde, por suerte, había varios cartones y, con eso, traté de hacer como una casa para protegerme. Al final, opté por meterme, con cartones y todo en un portal. Pero ni así, la noche fue muy dura y no pegas ojo. Es imposible, aunque ahora estés más o menos bien, al poco te entra el frío y tienes que moverte. Si no lo haces, te quedas pajarito. ¡Y eso que llevaba dos o tres jerséis! Es durísimo", comentaba Miguel, antes de entrar en el Fogar do Transeúnte, donde le esperaba un plato caliente y un techo.
 

Frío. Sin emergencias ni sobredemanda

Las gélidas temperaturas que hubo este sábado en Lugo no provocaron, hasta primeras horas de la noche, ninguna llamada de emergencia en Cruz Roja, según manifestó uno de los técnicos de guardia.

Por otra parte, desde el Ayuntamiento confirmaban, también este sábado, que el Fogar do Transeúnte tiene, de momento, plazas suficientes para poder atender a todas las personas sin techo que necesiten urgentemente un lugar para dormir y, por lo tanto, no hay sobredemanda de camas.

Hostal
El Concello tiene un convenio con el hostal Porta de Santiago para albergar a personas sin techo cuando el Fogar do Transeúnte esté lleno.

Asimismo, el Ayuntamiento colabora con Cruz Roja en un programa para atender a personas sin techo, que pueden cobijarse en un piso si no hay plazas en el albergue.

 

Comentarios