EL RICO OLOR DE LAS CASTAÑAS asadas llenó las salas de la residencia para mayores Albertia Lugo. La tradicional fiesta gallega es una celebración que año tras año se viene realizando en la residencia. Cada año por esta época, se compran las castañas para luego saborearlas entre todos los residentes y trabajadores del centro.
Además de las propias castañas asadas, desde el departamento de cocina sorprendieron a todos los residentes con un delicioso flan de este fruto típico del otoño, degustado como postre al mediodía, así como con bizcocho y bollos ‘preñaos’ para hacer las delicias de todos en la fiesta de la tarde.
INTENSA ACTIVIDAD. Las actividades propias de este día comenzaron por la mañana. Los residentes ayudaron, muy motivados, a la animadora sociocultural a hacer un pequeño corte en las castañas para facilitar el cocinado de las mismas, entre canciones típicas y anécdotas que fueron surgiendo.
Por la tarde, al acabar de comer se puso música, con una lista de canciones muy conocidas, y hubo quien se animó a bailar y cantar al son de Isabel Pantoja o Rocío Jurado, para bajar todo lo que se había comido con anterioridad.
Para terminar la fiesta se organizó un torneo de bolos, el cual tuvo mucho éxito, puesto que se apuntaron muchos participantes a echar una partida. Surgió un campeón, Edmundo, que recibió un regalo por parte del centro.
MÁS QUE UN ACTO LÚDICO. Estas actividades y celebraciones aportan numerosos beneficios para las personas mayores a nivel terapéutico, ya que aumentan las capacidades sociales y favorecen el ocio y la cohesión grupal —lo que ayuda a prevenir el aislamiento—, elevan los niveles de autoestima y mejoran la memoria y la pericia manual.
