Usuarios del paseo del Miño alertaron de la presencia de dos nidos de velutina avistados desde ese punto. Uno de ellos se encuentra próximo a la vieja fábrica de la luz, mientras que otro, aunque se ve desde el balneario, está en realidad situado en un árbol del parque Marcos Cela.
Se trata, en ambos casos, de nidos situados a gran altura. Son nidos secundarios, que son los destinados a tener la vida útil más larga y, algunos de los cuales permanecen activos hasta bien entrado el invierno, incluso diciembre o enero.
Los nidos primarios de las velutinas, construidos por las reinas, suelen situarse más bajos y tienen un tamaño mucho menor, similar al de una nuez. Los secundarios llegan al tamaño de un melón y son construidos por las obreras. Suelen instalarse en zonas altas, que permiten a las avispas una buena comunicación y contar con un nido aireado.
Cada uno de ellos puede tener en estos momentos una población de entre 3.000 y 4.000 ejemplares
A lo largo de su vida útil, con las regeneraciones que se van produciendo según pasa el tiempo, albergan unos 21.000 ejemplares de avispas. Entre ellas, de 5 a 15 futuras reinas, que son las que, a su vez, crearán nuevos nidos.
José María Vázquez, gerente de Serpa, que se dedica a la eliminación profesional de estos nidos, asegura que el momento perfecto para deshacerse de uno de ellos es en cuanto se detecta, pero que esta época puede ser especialmente adecuada porque cabe la posibilidad de eliminar las reinas en estado larvario. Si se acaba con ellas antes de que nazcan, ninguna escapa y se evita la formación de un nuevo nido.
Las dimensiones de los nidos próximos al río permiten que cada uno de ellos contenga en estos momentos una población de entre 3.000 y 4.000 ejemplares. El acceso es más sencillo al que se encuentra próximo a la fábrica de la luz, ya que está en uno de los alisos del paseo.
El del parque Marcos Cela está situado a mayor altura, en la copa de un árbol frondoso, de forma que resulta difícil localizarlo si se intenta hacerlo desde el propio parque al no tener suficiente perspectiva.
En el paseo del Miño también existen nidos de avispa autóctona, que se distinguen de los que hacen las velutinas por el tamaño, que suele ser similar al de una pelota de tenis. Las proximidades de una zona con agua son lugares habituales de instalación de avispas, que necesitan contar con ella para elaborar los nidos.
