Mónica Yáñez: "La crisis sanitaria afectó más a los colectivos vulnerables"

A lo largo del pasado año, Cáritas Diocesana en Lugo atendió a 5.900 personas y entregó más de 470.000 euros en ayudas. Su secretaria general, Mónica Yáñez, explica que el Covid-19 incrementó la pobreza y augura un futuro poco alentador
Mónica Yáñez. XESÚS PONTE
photo_camera Mónica Yáñez. XESÚS PONTE

La crisis sanitaria afectó a toda la ciudadanía, pero se cebó especialmente con los más necesitados, a los que sumió en un pozo del que han logrado reflotar gracias a la colaboración de entidades como Cáritas Diocesana en Lugo. Mónica Yáñez, su secretaria general, reconoce que han sido tiempos «difíciles», pero advierte de que la lucha contra la pobreza es un camino todavía más largo y complicado, en el que cualquier ayuda es bienvenida.

¿Cómo cambió el mapa de la pobreza en Lugo con la crisis sanitaria del Covid-19?
Nosotros detectamos un aumento importante de las familias que acuden a Cáritas a pedir ayuda. Antes de la crisis estábamos apoyando y acompañando a muchas personas con empleos precarios, e incluso de economía sumergía, que ahora se han quedado sin ingresos. También nos llegaron familias que vivían al día y que a raíz de la crisis se han quedado sin trabajo, o que no habían cobrado todavía el Erte y no tenían recursos. Sin duda, la situación de pobreza ha ido en aumento.

¿Hay algún colectivo que se haya visto especialmente perjudicado?
Los colectivos más vulnerables y los que sufren una mayor precariedad son los que además se han visto más afectados por esta situación. Familias monoparentales con cargas familiares, personas mayores, inmigrantes, o discapacitados, entre otros, son los que peor están viviendo esta situación. Nos han llegado familias que pedían ayuda por primera vez y que nunca habían pensado que podrían verse en una situación así, pero su proceso vital se vio quebrado y no tuvieron otra salida para subsistir.

¿Y como asumen las familias verse en una situación tan difícil?
Es duro. De hecho, además de intentar cubrir las necesidades básicas de las personas, durante el confinamiento hemos realizado más de 4.000 llamadas para dar apoyo psicológico a los usuarios. Hemos estado acompañando a muchas personas para transmitirles tranquilidad y esperanza, porque se han vivido muchas situaciones de angustia y de estrés. La crisis afectó mucho a los colectivos más vulnerables, tanto a sus recursos, como en el aspecto psicológico.

¿Qué es lo que más preocupación generaba entre las personas que requerían ese apoyo?
Había, y sigue habiendo, una preocupación por la situación sanitaria, por el Covid-19 en sí, pero lo peor ha sido la incertidumbre. El hecho de no saber cuándo uno iba a recuperar su vida, si iba a conservar o no su trabajo, o si iba a tener recursos para sacar adelante a su familia, eso generó mucha preocupación y mucha angustia.

En 2018, Cáritas ayudó en Lugo a unas 5.300 personas y el año pasado la cifra ascendió a 5.900, ¿cómo se presenta el 2020?
Este año se presenta todavía peor. Por lo que estamos viendo hasta ahora y por los datos diarios que manejamos, no auguramos un buen 2020, ya que la situación de pobreza que ha dejado la crisis sanitaria va a tardar en remontar. Ojalá no sea así, pero creemos que el futuro próximo va a ser muy complicado.

¿Cómo ha afectado el aumento de la pobreza a los recursos de Cáritas en Lugo?
Con esta situación, nuestros recursos se han visto muy mermados. Nosotros dependemos de subvenciones y donaciones privadas, y para no dejar a nadie sin ayuda, hemos tirado de recursos propios y estamos bastante limitados. Desde Cáritas hacemos un llamamiento para que las personas o entidades que puedan, colaboren en estos momentos.

Comentarios