Cirurxía Xeral do Hula empeza a usar o robot Da Vinci

Rocío González e María Conde utilizaron onte o robot cirúrxico por primeira vez no Hula para intervir dúas hernias de hiato
La doctora González, en la consola, y la doctora Conde, en primer término, durante la intervención. EP
photo_camera La doctora González, en la consola, y la doctora Conde, en primer término, durante la intervención. EP

Cirugía General es ya el segundo servicio del Hula en usar el robot quirúrgico Da Vinci, que se instaló en verano y que hasta este miércoles solo fue utilizado por Urología para hacer prostatectomías radicales. Las cirujanas Rocío González y María Conde intervinieron este jueves dos hernias de hiato después de acabar su formación y acreditación para poder utilizar el robot.

La doctora González explicó que la técnica quirúrgica para hacer esa intervención es idéntica a la de la laparoscopia convencional, pero para los pacientes recurrir a esta tecnología implica menos dolor postoperatorio. Además, aunque las hernias de hiato son operaciones no complejas, que tienden a implicar ingresos breves, de unas 48 horas, utilizar el Da Vinci también puede reducir el período de hospitalización debido precisamente a un mejor control del dolor. La cirugía de hernia de hiato suele durar con laparoscopia entre hora y media y dos horas y ayer la primera de las programadas con el Da Vinci se saldó en dos horas y cuarto, algo más de lo habitual como es lógico al usarse el robot por primera vez en el servicio.

El rango de operaciones en las que se recurrirá a esta tecnología aumentará en complejidad con el tiempo

A medida que se vayan formando más cirujanos para utilizar esta tecnología y que se vaya ampliando el rango de operaciones se asumirán otras más complejas y es probable que las hernias de hiato se hagan preferentemente con laparoscopia y el Da Vinci se reserve para otras intervenciones.

La doctora González explica que resulta de especial utilidad en intervenciones complejas y largas como las oncológicas y que implican mucha sutura, como la cirugía bariátrica o cirugía de la obesidad. El motivo es que, con el robot, el cirujano se sienta delante de una consola a unos metros de la mesa de quirófano manejando a distancia los brazos del robot. Esto le permite una mayor precisión porque la visión que tiene de zonas de difícil acceso con laparoscopia es mucho más clara, se le presenta con mayor certeza.

El paciente pasa un postoperatorio con menos dolor si se usa el robot que si se recurre a laparoscopia y se puede recuperar antes

Al mismo tiempo, manejar los mandos le permite un rango de movimientos mucho más amplio que los de sus manos. "Permite una rotación de 520 grados, lo que da mucha versatilidad", explica la cirujana del Hula. El hecho de estar sentado y de poder hacer movimientos complicados con mínimos giros permite al cirujano afrontar operaciones más largas con menor cansancio y sin problemas por algún temblor.

En las intervenciones con el Da Vinci deben estar presentes dos cirujanos acreditados. Mientras uno maneja los mandos que mueven los brazos del robot, otro se encuentra sobre el paciente, asistiendo con la instrumentación, entre otras labores.

El tipo de operaciones para las que se utiliza el Da Vinci se deciden por el Sergas a nivel autonómico y se inician en todas las áreas a la vez. Ginecología será el siguiente servicio en usarlo.

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