Científicas a las que se les pregunta si van a tener hijos antes de contratarlas

El encuentro de mujeres científicas celebrado en Lugo evidencia que la igualdad de género no existe aún en ese ámbito
Un momento del foro de mujeres científicas, en O Vello Cárcere de Lugo. SEBAS SENANDE
photo_camera Un momento del foro de mujeres científicas, en O Vello Cárcere de Lugo. SEBAS SENANDE

La igualdad de género todavía no existe en el ámbito científico. Las investigadoras lo tienen tan difícil o más que el resto de mujeres para conciliar familia y trabajo y, de hecho, muchas de ellas se ven "aparcadas" por el grupo de investigación en el que estaban inmersas años antes por, simplemente, haber cogido la baja maternal, como constataron algunas participantes en el Encontro de Mulleres Científicas Corbi Summit celebrado este miércoles en Lugo. 

"Cada cinco años, se nos evalúa a los investigadores y este tipo de evaluaciones son muy cuantitativas y nada cualitativas. El hecho de ser madre supone que, durante un tiempo, tu ritmo de trabajo se ralentiza y las evaluaciones son peores. Esto está haciendo que muchas mujeres científicas se estén echando a un lado para atender a sus hijos o a sus padres, dejando espacio a sus maridos, por lo que al final se está perdiendo mucho talento femenino", explica María Pardo, investigadora del Idis. 

La presión sobre las mujeres es de tal calibre en los laboratorios que, incluso, a algunas se les pregunta directamente en las entrevistas si van a tener familia. 

"Hay investigadoras a las que les preguntaron si iban a tener familia y también hay mujeres, líderes de grupos de investigación, que se quejan de que algunas de sus investigadoras se quedaron embarazadas y no son sustituidas por otros trabajadores, lo que va en detrimento del trabajo del equipo", comenta María Pardo. 

Otra investigadora, María Mayán, destaca que escasean también las vocaciones científicas entre las mujeres por falta de referentes femeninos en este ámbito. "Ven que, después de varios años, todavía no tienes estabilidad laboral y que muchas lo dejan para atender a sus familias. Al final, no hay referentes femeninos en la ciencia y no siguen nuestros pasos", indica. 

Ambas investigadoras coinciden en que su trabajo es muy competitivo y con la maternidad se pierde el tren. "Tenemos un horario flexible pero nuestro trabajo está siendo evaluado continuamente. Es muy competitivo, es un tren que no para y siendo madre es difícil estar a ese nivel", afirman estas científicas. 

Añaden, además, que hay mucho machismo en el mundo científico, donde ciertas mujeres sufren acoso. "Nos ven menos competentes en investigación que a los hombres, nuestros estudios —aunque sean los mismos que los de ellos— no son tenidos igual en cuenta y también hay acoso y un trato diferente si eres mujer", comentan estas investigadoras.

Penalización de la baja maternal 
La perspectiva del investigador Carlos Spuch en el Corbi Summit fue la única masculina sobre los problemas de género que se dan entre la comunidad científica gallega. 

Según Spuch, en este ámbito todavía se está penalizando la baja maternal, lo que no sucede cuando un hombre coge la baja por otro motivo de salud. "A las mujeres se las penaliza mucho más en la ciencia que a los hombres por el mero hecho de ser madres y coger una baja. En cambio, esto no ocurre cuando, por ejemplo, es el hombre quien, por otro motivo de salud, decide cogerse una baja, a veces incluso de más tiempo que la mujer", comenta Spuch. 

10 de cada 100
Personas sufre depresión, motivo que puede acarrear bajas de un año. Sin embargo, esos casos, según Spuch, no se penalizan igual que una baja maternal. "Yo me pregunto por qué castigamos eso. La sociedad está penalizando la conciliación de la mujer con la familia y otra baja por enfermedad, no", dice.

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