Velan por la seguridad en las instalaciones del Hospital Universitario Lucus Augusti y su trabajo no pasó desapercibido en un año complicado, marcado por una pandemia repentina y arrolladora que les obligó a modificar sus protocolos y ampliar sus cometidos. Por este trabajo, los diplomas de seguridad privada recayeron este año en cuatro vigilantes del seguridad del Hula -Manuel Varela Valín, Óscar Paderne Rodríguez, Rodolfo Rivas Otero y Luis Ferreiros López-, quienes recibieron el galardón con "mucho orgullo" y con el deseo de hacerlo extensible a sus compañeros.
En el transcurso del acto, el jefe de la Brigada de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional de Lugo, el inspector Pablo Fernández López, explicó que desde el año 2012 se encuentra en marcha el Plan Integral de Colaboración, que tiene como objetivo aprovechar los recursos del sector privado en la seguridad pública, con el "intercambio de información y apoyo mutuo".
El inspector quiso agradecer a todo el sector de la seguridad privada el trabajo desarrollado en el transcurso de la pandemia, "sobre todo y especialmente a los aquí presentes, que desempeñáis vuestra labor en los hospitales o centros de salud, que, por razones obvias, han sido y son los puntos de más alto riesgo de contagio. Es un trabajo que no todo el mundo está dispuesto a asumir", señaló.
El jefe de Seguridad Ciudadana del CNP hizo también referencia al "riesgo" que entraña el trabajo de los vigilantes de seguridad del Hula, "derivado del comportamiento de ciertas personas que canalizan sus frustraciones y problemas en forma de insultos o agresiones a vosotros y al personal sanitario", dijo.
Ramón Ares hizo también referencia al "enorme esfuerzo" de todos los profesionales durante la pandemia
Precisamente, para atajar esta problemática, la Policía Nacional creó la figura del interlocutor policial sanitario, desempeñada en la comisaría lucense por el inspector Gerardo Pérez Lenza, jefe del Grupo de Seguridad Privada. En su intervención, Pérez Lenza explicó que su misión consiste en "establecer pautas de actuación ante cualquier manifestación de violencia o amenazas, ofreciendo asesoramiento a los centros para la prevención de agresiones y formando a los propios sanitarios con medidas de autoprotección".
El inspector elogió "la profesionalidad y la vocación de ayuda a los demás" de los vigilantes galardonados, unas palabras que también fueron secundadas por el gerente del Hula, Ramón Ares. El gerente señaló que el hospital lucense "es un centro con una superficie muy grande y con muchísima actividad diaria, ya que por él pasan a diario más de 3.500 personas, con distintos problemas, que a veces somos capaces de solventar y a veces no. Gracias a vosotros nos sentimos seguros y quiero animaros a que sigáis trabajando así y desear que tengamos las mínimas situaciones de peligro, que son muy puntuales", dijo.
Ramón Ares hizo también referencia al "enorme esfuerzo" de todos los profesionales durante la pandemia, "tanto del personal sanitario como de todas las empresas que están trabajando en el hospital.
Ahora", comentó, "estamos en un momento que esperemos que sea ya la fase final de la pandemia: el periodo de vacunación, que estamos realizando masivamente en el hospital. Tenemos capacidad para vacunar a 4.500 personas en una jornada y hay días en los que llegamos a esa cifra. Y ahí el papel de los vigilantes también es fundamental para establecer circuitos y que no se interrumpa la actividad diaria del hospital. Estáis prestando una colaboración tremenda y solo puedo daros las gracias", concluyó.
Uno de los homenajeados fue Manuel Varela Valín, que resultó herido de gravedad al ser apuñalado por un individuo en la zona de Urgencias
DIPLOMAS. Finalizados los discursos tuvo lugar la entrega de diplomas, que corrió a cargo de los inspectores Pablo Fernández López, Gerardo Pérez Lenza y Manuel Yanes Castro, y del agente de la Unidad Provincial de Seguridad Privada Francisco Javier Rey.
Uno de los homenajeados fue Manuel Varela Valín, que resultó herido de gravedad al ser apuñalado por un individuo en la zona de Urgencias. "Es muy gratificante que valoren tu trabajo. Yo llevo muchos años en esto y aquí fui víctima de una agresión con un cuchillo, pero nunca pensé en dejar mi profesión. De hecho, sigo de baja y estoy deseando incorporarme de nuevo", comentó. Este vigilante recibió la ayuda de sus compañeros Luis Ferreiros y Rodolfo Rivas. "Estamos muy agradecidos por este reconocimiento, sobre todo en un año en el que tuvimos que colaborar más con los ciudadanos y extremar las precauciones. Fue un año difícil porque se notaba a la gente más nerviosa y había que tranquilizarla y darle confianza", señalaron.
El CNP quiso distinguir también el trabajo de Óscar Paderne Rodríguez y expresarle sus condolencias por la pérdida de familiares cercanos a causa de la pandemia. "Es una distinción personal, pero también es un reconocimiento a un equipo que formamos más de 30 personas en este hospital. Este año hubo que adaptarse a nuevas normas e informar a la gente, pero los ciudadanos están muy concienciados", concluye.
