El centenario más oscuro de la muralla

El 24 de enero de 1921 se dinamitó una parte del monumento lucense con el fin de abrir un acceso al Hospital de Santa María
Aspecto que presentaba la parte de la muralla que fue dinamitada en 1921. AEP
photo_camera Aspecto que presentaba la parte de la muralla que fue dinamitada en 1921.

Este domingo fue el centenario de uno de los acontecimientos históricos más rocambolescos acontecidos desde la fundación de la ciudad de Lugo hace ya más de dos milenios. El 23 de enero de 1921 se aprobó por orden del entonces alcalde, Ángel López Pérez, el derribo de una parte de una pared de la muralla romana, con el fin de abrir una nueva puerta en el mayor símbolo de la urbe que sirviese de conexión del centro urbano con el nuevo hospital lucense, que con el paso de los años se convertiría en el Hogar de Santa María.

Así las cosas, en la sesión plenaria del Ayuntamiento, que precedió el inicio de las obras, se acordó prolongar en línea recta la Rúa Bolaño Rivadeneira hasta la muralla, y abrir en el final de esa calle una nueva puerta.

Según relatan las crónicas de El Progreso de la época, "en menos de tres días la comunicación de la Ronda del Carmen con las cortiñas de la parte más necesitada de urbanización, quedará establecida".

El por aquel entonces alcalde, Ángel López Pérez, llegó a acuerdos de cesión gratuita de los terrenos con los propietarios de las parcelas colindantes para llevar a cabo los trabajos, a cambio de que la urbanización de dicha vía se llevase a cabo de inmediato. Además, se expropiaron cuatro casas en la Rúa Nova. La obra estuvo dirigida por el nuevo arquitecto municipal Ramiro Sainz.

El propósito del Ayuntamiento haría que coincidiese la apertura de esta nueva calle con la colocación de la primera piedra del Hospital de Santa María.

Aunque, el progreso de los trabajos, llevados a cabo con los rudimentarios medios de la época con picos y palas, se vio ralentizado por la solidez que presentaba la estructura amurallada en este trecho, por lo que se tomó la decisión de dinamitar varios fragmentos del muro romano original.

El regidor lucense dio entonces la orden de volar por los aires esa parte de la muralla para abrir la puerta, pero lo hizo sin permiso. Así, cinco vecinos denunciaron el hecho, lo que dio lugar a un contencioso fallado contra el Ayuntamiento.

DECLARACIÓN. Este hecho provocó que el 16 de abril de 1921, el Ministerio de Cultura declarara Monumento Nacional a la muralla de Lugo, con el fin de dotarla de más protección antes futuros despropósitos de semejante calibre.

La construcción de la conocida como puerta del Hospital o del Bispo Odoario, se alargaría por espacio de siete años.

La apertura oficial de la puerta se produjo en 1928.

De esta forma, la nueva entrada del monumento histórico presentó en su inauguración unas medidas de 12 metros de ancho, con una altura hasta la clave de 9,10 metros y de 10 metros hasta el adarve de la muralla.