Las reiteradas llamadas del Sergas a que la población diana se inmunizase de la gripe han calado y la demanda en lo que va de campaña no tiene precedentes. En los doce días que lleva en marcha se han vacunado casi diez mil lucenses más que en el mismo período del año pasado. Así, en menos de dos semanas se han inmunizado ya 35.047 personas en la provincia, frente a 25.726 en el 2019.
La alta demanda está provocando que algunos centros se queden sin dosis en determinados momentos. La semana pasada ocurrió en San Roque, después de que a causa de unas obras en el centro de salud se bajara un limitador y se apagara una de las neveras, lo que supuso la rotura de la cadena de frío e imposibilidad de usar esas vacunas. Esta semana se postergaron citas en la Praza de Ferrol y ayer fueron pacientes de Fingoi los que se quejaron de que, a pesar de estar citados, se les dijo que no se les podía administrar por falta de disponibilidad y se les pidió que volviesen a solicitar cita. El problema es que, cuando lo hicieron, a alguno se les dio para diciembre.
Desde el Sergas se insistió este jueves en que se dispone de vacunas suficientes y que están garantizadas para toda la población diana. Se señaló que "puede haber alguna situación puntual en la que algún centro se haya quedado con pocas vacunas, pero se están distribuyendo y analizando las necesidades de cada centro". También se reiteró la importancia de que se vacunen los grupos de riesgo, especialmente este año en el que, aunque no sería común, podría darse la infección simultánea de la gripe y del coronavirus.
Lo cierto es que es en esos pacientes en los que la respuesta ha sido abrumadora. Los mayores de 65 años suponen 23.267 de los vacunados hasta ahora, o sea dos tercios del total. Por edades, el grupo más numeroso es el de mayores de 75 años, ya de ellos se han inmunizado para la gripe en estas apenas dos semanas de campaña 14.545. Entre los 70 y 74 años, han sido 4.718 y de 65 a 69, 4.004.
Por debajo de la edad de jubilación, han recibido su dosis 3.135 pacientes que tienen entre 60 y 64 años; 7.834 entre 15 y 59 y 811 de menos de 15 años.
También las embarazadas, igualmente población diana para la vacuna de la gripe, han respondido bien y ya son 199 las que se han inmunizado de la gripe en lo que va de campaña, también por encima de lo que ocurrió el año pasado. En cuanto al personal sanitario, al que también se dirige expresamente la campaña de la gripe, ya son en total 2.187 los profesionales que han recibido su dosis: 856 de Primaria y 1.331 en los hospitales públicos. Se trata de 298 facultativos de centros de salud y 281 de hospitales, 311 profesionales de Enfermería de Primaria y 412 de hospitales, 229 de personal administrativo y no sanitario de los centros de salud y 606 de los hospitales de la provincia y 18 estudiantes en prácticas en Primaria y 32 en los hospitales.
Para este año, los objetivos de vacunación del Sergas son más ambiciosos que nunca. Se aspira a lograr una cobertura de la población mayor de 65 años y del personal sanitario del Sergas del 75%. En el caso de las mujeres embarazadas y personas de grupos de riesgo de cualquier edad, como personas con enfermedades crónicas, el objetivo es que se vacune el 60%. Está previsto que en el conjunto de la comunidad se administre un total de 865.830 dosis, unas 200.000 más que el año anterior.
La campaña será la más larga de los últimos años, con doce semanas seguidas en las que se administrará la vacuna. Por regla general, la mayoría de solicitudes de cita para inmunizarse de la gripe se concentran en las primeras semanas de campaña y a partir del segundo mes se espacian esas vacunaciones, aunque este año se prevé que se reparta más.
DOS MESES. En este momento, algunos pacientes que solicitan cita la reciben para dentro de dos meses porque los huecos en las agendas suelen estar llenos, al menos en los centros de salud con más tarjetas asociadas.
La previsión, en base al comportamiento de la epidemia de gripe en el invierno austral, es que se produzcan este año menos contagios que en otras campañas. A ello ayudaría no solo el aumento en la tasa de vacunación, sino medidas específicas contra el covid como el lavado de manos, el distanciamiento o el uso de mascarillas, que son igualmente eficaces frente a la gripe y que mermarán la capacidad de transmisión.
