El trágico incendio de O Ceao pudo haber tenido unas consecuencias todavía más funestas, si las llamas hubiesen llegado a los depósitos de combustible de la estación de Gasóleos Ceao, como cuenta Carlos Tomé, su propietario, que relata el calvario que superó para salvaguardar su negocio.
Los equipos de emergencia se vieron obligados a cortar el suministro eléctrico en todo el polígono industrial debido al incendio, que en ese momento estaba en pleno auge amparado por las ráfagas de viento.
Justo en ese instante, Tomé se encontraba en pleno proceso de trasvase de la gasolina alojada en los depósitos de la estación de repostaje hacia los camiones cisterna, para evitar una deflagración que hubiese producido unos daños incalculables.
Contaba con todo el equipo necesario para el revertir el proceso de llenado y así lo hizo, con la ayuda de sus empleados.
200.000 LITROS. Carlos Tomé cuenta que únicamente se pudo sacar la mitad de los 200.000 litros de gasolina almacenados en los depósitos subterráneos, antes de que le dejasen sin suministro eléctrico y las bombas de extracción se detuviesen.
"Las llamas estaban muy cerca y tenía que hacer algo. Los camiones cisterna estaban allí, así que decidí vaciar los depósitos".
Gracias a la labor incansable de los bomberos de Lugo, que sofocaron el incendio justo a las puertas de Gasóleos Ceao, el empresario lucense pudo salvar la gasolinera y evitar un final dramático.
"El fuego se quedó a menos de 20 metros de la gasolinera. Estuvo muy cerca de que ardiese todo", manifiesta el empresario.
Después de hacer balance de todos los desperfectos y devolver la gasolina a sus depósitos originales, Carlos Tomé sacó fuerzas de flaqueza, y tan sólo 48 horas después del suceso, reabrió al público las instalaciones de Gasóleos Ceao.
