Uno de cada cinco lucenses menores de 40 años no acude a la cita para vacunarse

La desconfianza en el suero y una menor percepción del riesgo, pero también no tener actualizados sus datos en el Sergas, explican los bajos datos en este grupo. En otras franjas de edad, no acudían entre el 5 y el 10% de convocados
Vacunación en el Hula. SABELA FREIRE
photo_camera Vacunación en el Hula. SABELA FREIRE

Desde que se inició la campaña de vacunación masiva de la población, existe un porcentaje estable de personas en Galicia que no acude a su centro hospitalario a recibir la dosis preceptiva para lograr la inmunización frente al covid-19.

Según los últimos datos, en la provincia de Lugo la franja de edad de personas menores de 40 años es la que aporta los datos más preocupantes. Entre un 15 y un 20 por ciento de los citados falla a la cita para vacunarse.

Este porcentaje oscilaba entre el 5 y el 10 por ciento en las siguientes franjas de edad, y se reducía todavía más en las personas mayores, que sí acudieron masivamente, en tiempo y forma, a los centros de vacunación designados.

Los profesionales médicos esgrimen varias razones para que no se cumplan los cupos de inmunización. La falta de información sobre los beneficios de las vacunas y el miedo que pueden provocar los posibles efectos secundarios son el mayor hándicap.

Hay otro factor que afecta: la antigüedad de algunos datos personales que guarda el Sergas, sobre todo en lo referente al número de teléfono al que se envían las citas por SMS, ya que muchas veces no están operativos o solo se conserva un teléfono perteneciente a un número de línea fijo. Esta circunstancia impide comunicar la correspondiente notificación para acudir al centro de vacunación.

En este sentido, Rafael Monte, director asistencial del área sanitaria de Lugo, A Mariña y Monforte advierte este fenómeno y percibe que cuanto más baja la edad, más personas fallan en la vacunación. Asegura, además, que si entre las personas de 60 a 70 años acudían el 95%, "ahora puede haber un 20% de personas que no acude". "A veces es simplemente que no están en el momento de la llamada, pero otras es porque no tienen la misma percepción de riesgo, cuanto más baja la edad, la adherencia a la vacunación es menor".

ESFUERZO SANITARIO. Rafael Monte cree que al final se vacunarán "de una manera u otra", pero matiza que tienen que ser conscientes del esfuerzo sanitario al que están obligando al sistema gallego de salud. El médico lucense asegura que el porcentaje de infectados "igual no llena los hospitales", pero consumen recursos: llamadas y rellamadas, enfermeras, PCR. Todo unido a que en este momento "los sanitarios llevan año y medio sin descanso. La gente está muy cansada, deberían pensar también en ese aspecto".

Otro efecto negativo de que no acudan a los centros de vacunación y de que haya tantos contagios entre jóvenes, alega Rafael Monte, "es que también están consumiendo muchos recursos en atención primaria". En este caso, los médicos están atendiendo muchas consultas de personas "con poco más de veinte años con síntomas de gripe y catarros, lo que les consume mucho tiempo que no pueden dedicar a los pacientes de más edad que lo necesitan".

"Personas de los grupos de edad más jóvenes creen que experimentan con la población"

El doctor Quintas, jefe de servicio de Medicina Preventiva del Hula hasta el pasado mes de octubre, asegura que es complicado argumentar la razón por la cual el grupo de edad de personas menores de 40 años mantiene un rechazo a recibir la vacuna cercano al 20 por ciento.

''Es posible que una de las razones de estos porcentajes sea la falta de interpretación de los responsables sobre la campaña de vacunación''. Quintas asegura que se debería hacer más enfasis en informar a la población, puesto que una parte es posible que no acuda a la llamada de la inmunización por miedo a los efectos secundarios que producen las vacunas.

Carlos Quintas explica también que otra de las razones reside en la ''buena salud'', que presenta esta franja de edad, saben que ''son gente sana''.

El intensivista lucense cree que una de las soluciones pasa por ''estimular a la gente de esta edad'', con información responsable, porque un porcentaje ''cree que experimentan con la población, una situación que los sanitarios no permitiríamos''.

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