El atrio de la catedral se convirtió ayer en una gran bodega al amparo de la feria Lucus in Vino Veritas, en la que se dieron cita un total de 23 bodegas. Los asistentes pudieron degustar más de cien referencias de vinos y participar en varias catas –una de ellas de aguardientes y licores–, que tuvieron una gran acogida.
Además, el evento vinícola incluyó en su programa un showcooking dirigido por cocineros de la talla de Nardo Eiroa, de Canedo Brasería, o Belén Gayoso, del mesón Colón. Los profesionales de los fogones deleitaron al público con exquisitas elaboraciones, como langostinos katafy con salsa de chile dulce y soja, vacío de buey con cremoso de picante de boniato, sushi, nigiri de atún, maki de xarda en semiconserva, maceta de queso o uramaki de piña con verduras. Los asistentes tuvieron también la oportunidad de presenciar una exhibición de cerámica de Gundivós, que despertó un gran interés.
Los organizadores de Lucus In Vino Veritas realizaron la recepción de los expositores a las diez de la mañana y prepararon para ellos la conferencia X-portemos nuestros vinos!, una charla que tuvo como objetivo exponer las posibilidades de exportación de sus productos a todas las bodegas gallegas y españolas que se dieron cita en el evento lucense. Tras una jornada intensa que no defraudó al público, la feria cerró sus puertas a las diez de al noche con muy buen sabor de boca y con la mirada ya puesta en una nueva edición del evento.
