Las bicicletas no solo son para el verano

Los negocios del sector en Lugo reservan modelos cada semana bajo pedido a pesar del confinamiento
Santiago Seijas. SEBAS SENANDE
photo_camera Santiago Seijas. SEBAS SENANDE

España es uno de tres únicos países europeos, junto a Bulgaria y Eslovaquia, que no permiten la apertura de los establecimientos dedicados a la venta de bicicletas durante el estado de alarma. Incluso Italia, la nación europea más afectada por la crisis del Covid-19, tolera su funcionamiento.

Diversas administraciones estatales y regionales europeas animan a sus ciudadanos a moverse en bicicleta para los desplazamientos esenciales, ya que es un medio de transporte que, a diferencia del metro o el autobús, mantiene el distanciamiento con otras personas al practicarse de forma individual. En consecuencia, la mayoría de los estados europeos entienden que las tiendas de ciclismo son esenciales para facilitar que las bicicletas puedan repararse y mantengan un óptimo estado de funcionamiento.

Existe, además, una gran confusión entre los usuarios españoles sobre la utilización de la bicicleta para acudir al puesto de trabajo o realizar la compra. En principio, parece que estos dos supuestos estarían permitidos, aunque los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado ya han tramitado cientos de denuncias a ciclistas. Mientras este limbo legal no se resuelva, los aficionados al ciclismo deben conformarse con practicar su deporte favorito dentro de su domicilio sobre un rodillo, un utensilio que se encuentra agotado en todo el territorio.

Santiago Seijas (MyBike Lugo)

"Febrero y marzo habían sido dos buenos meses de facturación. Ayudó mucho el buen tiempo"

Santiago Seijas, propietario de la tienda MyBike Lugo, mira con añoranza su bicicleta a la espera de volver a la práctica activa, porque aparte de su profesión también es su gran pasión como técnico del Club Ciclista Cidade de Lugo.

Seijas mira todos los días hacia arriba con la esperanza de ver salir el sol porque "el buen tiempo es fundamental en las ventas de bicicletas y en las reparaciones. Este año estaba siendo muy bueno porque llovió poco desde diciembre. Normalmente febrero siempre era un mal mes, y en esta temporada no era así", reconoce.

Pese al cierre de su negocio, Santiago Seijas recibe llamadas todos los días para resolver dudas técnicas y "preguntas sobre cuando volveremos a tener stock de rodillos, que están agotados en todos sitios. Consigo pocos, a cuentagotas, porque las fábricas están cerradas, y hasta junio no me llegarán más. Desde que empezó el estado de alarma vendí más de 30 rodillos", asevera.

Tradicionalmente, las bicicletas de montaña se llevan la palma en cuanto al volumen de ventas anuales frente a las de carretera. Aunque la tendencia actual de un usuario más cosmopolita y urbano han llevado a las compañías a apostar firmemente por la comercialización de las bicicletas eléctricas.

"Todas las marcas tienen ya en el catálogo modelos eléctricos. Una bicicleta de este tipo para un adulto ronda los 1.500 euros,como precio de salida, de ahí hasta lo que uno quiera gastarse", comenta Santiago Seijas.


Javier Burgo (BiciPaixón)

"Pese al confinamiento la gente no se olvida de la bicicleta. Desde que empezó vendo unas cinco bicis cada semana"

Javier Burgo y su hermano David montaron hace poco más de dos años una tienda dedicada en exclusiva a la venta y reparación de bicicletas: BiciPaixón. La temporada 2020 vino repleta de novedades de sus proveedores y las ventas iban viento en popa. "Febrero y marzo fueron dos de los mejores meses en facturación desde que abrimos y las expectativas eran muy altas de cara a los siguientes meses", asegura Javier Burgo.

El Gobierno podría recomendar el uso de la bicicleta para realizar los desplazamientos a los puestos de trabajo cuando se desactive el estado de alarma. Una decisión que podría dar salida al stock de bicicletas de cubiertas lisas y de tacos que se encuentran todavía pendientes de dueño. "Espero que sea así. Lo deseamos todos los que tenemos tiendas de bicicletas. Pese al confinamiento, la gente no se olvida del ciclismo. Vendo una media de cinco bicicletas por semana, Me llaman y hacen un depósito como reserva", admite Burgo.


José Antonio Cerezo (Cerezo Bikes)

"Espero que el uso de la bicicleta eléctrica abra el abanico del ciclismo a más personas"

A Mariña siempre ha contado con una gran tradición ciclista sobre el asfalto. El ribadense José Antonio Cerezo sufrió durante años la dureza del ciclismo de competición. Esa pasión por las dos ruedas le llevó a montar su propio negocio de bicicletas en 2011 en Burela: Cerezo Bikes. "Las ventas iban bien, pero existe demasiada oferta. De todas formas, vendí algunas bicicleta durante el confinamiento".

El gusto de la gente varía en función de la época del año. "En verano la gente prefiere comprarse una bici de carretera, porque apetece más por el tiempo, pero en invierno la mayoría tiran a la montaña", dice Cerezo, que espera que "la bici eléctrica abra el abanico del ciclismo a más gente".