Todavía no ha sido nombrado, pero la banda municipal de música, que lleva más de año y medio sin dar conciertos en la Praza Maior, tiene nuevo director. Ante la falta de funcionarios en el Concello que reunieran los requisitos para ejercer esta función, el gobierno local convocó el verano pasado un proceso para cubrir la plaza por comisión de servicio. Entre las ocho personas que se presentaron fue seleccionada Bernardo Méndez Castro.
El futuro director conoce la banda de Lugo porque su padre tocó en ella, su hermano -director de la escuela municipal de música- todavía lo hace y él mismo formó parte de la agrupación en los años noventa como contratado. Es profesor de trombón en el Conservatorio de Música de Lugo, pero antes pasó por otros conservatorios y bandas, como las de Sarria, Ribadeo y Banda. Obtuvo plaza también en la de Madrid, pero no llegó a aceptarla, fue músico en el Ejército, tocó en la Orquesta Nacional y cursó estudios de posgrado en el Conservatorio de Rotterdam, entre otros.
Méndez asume un reto grande, ya que a raíz de la jubilación del anterior director (en noviembre de 2016) y del nombramiento provisional del músico más antiguo, la banda inició un periodo de inestabilidad interna, con cruce de denuncias entre músicos, que acabó provocando la renuncia del director en funciones y que la actividad pública de la agrupación prácticamente desapareciera.
Si la situación de la banda es delicada, la de la escuela municipal es crítica
El último concierto que hubo en el templete de la Praza Maior, una cita que solía reunir mucho público, fue en el verano de 2017. Desde entonces, solo impartió conciertos didácticos en colegios y en el auditorio Gustavo Freire, también para niños, con la excepción del acompañamiento a la corporación municipal durante la procesión del Domingo de Pascua del año pasado, que también fue polémica. Los músicos acompañaban a los concejales, pero se negaban a tocar porque nadie les daba el arranque, cometido que acabó desempeñando el jefe de Protocolo del Concello.
La falta de dirección y los desencuentros entre los integrantes de la banda también provocaron que en algún momento incluso hubiera problemas para llevar a cabo los ensayos, según llegaron a denunciar algunos grupos políticos.
La escasez de músicos es otro de los problemas que arrastra la banda, que tiene unos 150 años de historia y llegó a disponer de medio centenar de integrantes. Hay varias plazas vacantes desde hace años, por jubilaciones y otras circunstancias, por lo que actualmente solo hay 18 músicos.
El equipo de Lara Méndez intentó ganar tiempo con un recurso al Supremo, que fue desestimado
La incorporación del nuevo director todavía no tiene fecha, pero se prevé próxima. Su contrato está siendo fiscalizado por el interventor municipal y, después, el Concello debe pedir la conformidad de la comisión de servicio a la Xunta, ya que Méndez Castro es funcionario de la Consellería de Educación.
ESCUELA DE MÚSICA. Si la situación de la banda es delicada, la de la escuela municipal es crítica, ya que sobre ella pende una ejecución de sentencia que anuló la ampliación de la jornada laboral de los músicos de la banda para que ejercieran como profesores. Fue realizada en 2012 y recurrida por el sindicato CSIF, al que el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia dio la razón en 2016 porque el cambio supuso un aumento retributivo que el Gobierno central no permitía.
El equipo de Lara Méndez intentó ganar tiempo con un recurso al Supremo, que fue desestimado, y ahora vincula la regularización de la situación laboral de los profesores a la aprobación de la nueva Relación de Puestos de Trabajo (RPT) del Concello. En esta se prevé un plan de empleo para que, en el plazo de un año, los trabajadores puedan acceder definitivamente a las plazas a tiempo completo mediante un concurso-oposición. Sin embargo, la jefa de Persoal del Concello ve dudas sobre cómo se va a hacer este proceso, "porque non se determina que pueostos se crean para a promoción dos músicos, actualmente encadrados no grupo C2".
