La operación policial contra el fraude por manipulación de kilometraje de vehículos llevada a cabo en Lugo se saldó hasta el momento con cuatro detenidos y al menos treinta personas estafadas. El operativo, denominado Route 101/Rumatrix y realizado de forma conjunta por Policía Nacional y Guardia Civil, se inició el pasado año, cuando un particular denunció en Burela que había comprado un vehículo al que le habían rebajado considerablemente el kilometraje.
Tal y como explicó el portavoz policial, los agentes comprobaron que el cuentakilómetros había sido manipulado, "reduciéndose los kilómetros reales en varios miles antes de proceder a su venta. Con esta maniobra, aumentaban artificialmente el valor de los vehículos que vendían y sus ganancias". Los delincuentes falsificaban además la documentación de los mismos, "con el fin de dar mayor credibilidad a la actividad delictiva que realizaban".
Esta maniobra ilegal permitía a la banda adquirir vehículos de segunda mano por su valor de mercado y, "tras someterlos a un lifting manipulando sus odómetros", los ponían de nuevo a la venta por un precio más elevado, pero igualmente "muy atractivo" para los compradores.
Los agentes inspeccionaron la nave industrial en la que la banda almacenaba y manipulaba los vehículos de segunda mano para su venta a terceros, sita en la Rúa Dona Urraca, donde fueron decomisadas cinco furgonetas monovolumen "que estaban siendo retocadas", así como el instrumental profesional de diagnosis que utilizaban para llevar a cabo la manipulación de los cuentakilómetros de forma electrónica.
En el transcurso del operativo, los investigadores registraron también dos viviendas, donde se incautaron de más de 6.500 euros en billetes de curso legal. Durante la intervención policial, uno de los delincuentes saltó por la ventana de un domicilio, para evitar su arresto, y acabó en el Hula con una pierna rota.
Tras el estudio de toda la documentación incautada, los investigadores detectaron la manipulación de numerosos turismos y furgonetas, que fueron vendidos por todo el territorio nacional. Entre estos vehículos había algunos de importación de alta gama procedentes de países como Rumanía, Bélgica, Alemania o Francia.
La operación se llevó a cabo por agentes de la Guarida Civil de Burela y de la Policía Nacional de Lugo, con la colaboración de los guías caninos de la Jefatura Superior de Policía de Galicia, que fueron los que encontraron el dinero escondido en diferentes zonas de las viviendas. En algunas actuaciones también estuvo presente la Policía Local de Lugo.
