Los establecimientos de alimentación suelen tener custodiadas con alarmas las botellas de bebidas espirituosas, las de vinos reserva, las maquinillas de afeitar, los frascos de colonia o incluso las pilas, ya que debido a su alto precio son codiciadas por los amigos de lo ajeno. Lo que es inusual es que refuercen sus medidas de seguridad con artículos económicos como las pastillas de caldo de pollo. Pues un céntrico supermercado de Lugo tiene las tabletas de este producto bajo llave.
Los consumidores que quieran comprar Avecrem en este establecimiento tienen que dirigirse a las dependientas para que les abran la caja de seguridad y les dispensen este artículo que se promociona para enriquecer las comidas.
El local tiene cuatro cajas con cerradura, una para cada uno de los diferentes tamaños de las tabletas de esta marca comercial que tienen expuestas en los lineales.
Una de las explicaciones a estos crecientes hurtos es que el caldo de pollo se use para cortar droga
Solo sucede con este caldo de pollo de Gallina Blanca, los de las demás marcas comerciales están libremente en las estanterías al alcance de los consumidores, a simple vista sin dispositivos de seguridad.
Otros supermercados que esta compañía de distribución tiene en la capital lucense no han adoptado unas medidas tan estrictas para reducir las pérdidas por hurto, pues en esos locales las pastillas de Avecrem no son el objeto de deseo de los ladrones.
Un directivo del sector aseguraba este miércoles que el Avecrem figura en el top-5 de los productos de alimentación más sustraídos en los supermercados.
¿Cuál es el motivo? Los responsables de las cadenas afectadas no aciertan a saber a qué se debe esta inusual querencia de los amigos de lo ajeno por el caldo de pollo de Gallina Blanca. La explicación no parece residir en su precio. En el supermercado damnificado cuesta entre 1,29 y 2,95 euros, dependiendo del número de pastillas de cada tableta.
Una portavoz de la compañía de distribución aseguraba este miércoles que este es un artículo que resulta fácil de hurtar, porque los cacos los pueden esconder en cualquier bolsillo. Además, precisaba que dependiendo de la zona en la que se encuentre el supermercado se suelen sustraer unos productos más que otros.
Ante la ausencia de una explicación a este fenómeno, varias son las conjeturas que surgen. Una es que ante la escalada en general de la cesta de la compra, carne y pescado nominalmente, los consumidores optan por las sopas para elaborar los menús domésticos y por tanto echan mano del caldo de pollo para darles sabor.
Otra es que se utilice el Avecrem para cortar droga. Desde la Policía no se consideraba descabellada esta posibilidad. La pastilla de caldo de pollo se desmenuza con la sustancia estupefaciente, sobre todo heroína, ya que es del mismo color, y así se vende más cantidad. No es un uso innovador. Ya se tiene constancia de que hace más de una década se empleaba por ejemplo en Vigo.