El domingo los agentes de la Policía Nacional localizaron por primera vez al ciclista, de 51 años, en el Paseo del Miño. Les dio como disculpa que se dirigía a hacer la compra a un centro comercial. Entonces le pidieron que regresase a casa porque esa gran superficie estaba cerrada.
Después lo volvieron a encontrar paseando por el campus universitario. Cuando se dirigieron a él para reprenderle por su actitud huyó en bicicleta. Emprendieron una persecución y lo hallaron escondido entre unas zarzas. Fue entonces cuando vieron que portaba un martillo. Le volvieron a dar el alto y el veterano ciclista se fugó de nuevo, esta vez a pie. Pero en esta ocasión no llegó muy lejos y fue detenido.