Una ambulancia con un paciente grave fue bloqueada para poder pintar la calle

Estuvo retenida cinco minutos en Fontiñas y más tarde un técnico tuvo que bajarse a retirar los conos en otro punto
Ambulancias a las puertas del servicio de urgencias del Hula. XESÚS PONTE
photo_camera Ambulancias a las puertas del servicio de urgencias del Hula. XESÚS PONTE

Una ambulancia que trasladaba al Hula a un paciente crítico estuvo retenida unos cinco minutos en Fontiñas en la madrugada, en torno a las tres y media, de este domingo porque el personal que trabajaba en el pintado de la señalización vial de la calle se negaba a abrirle paso, con el argumento de que la calle estaba cortada por los trabajos y se iba a estropear la pintura que acababan de aplicar.

La situación fue "surrealista", según una persona presente. La ambulancia estaba retenida y detrás iba el coche de los familiares que acompañaban al enfermo. La situación era grave, reinaba el nerviosismo y los ánimos se desbordaron cuando el personal que trabajaba en el pintado de la vía se negaba a abrir el paso.

Cuando ya se vio que razonando no se iba a avanzar y que la situación del paciente era muy comprometida, de la propia ambulancia llegó la orden de arrancar, aunque hubiera que chocar con los elementos que entorpecían el paso y causar desperfectos.

Cuatro personas acompañaban al paciente en la ambulancia, ya que había personal facultativo y de enfermería, y uno de ellos llamó a la central en previsión de que fuera posible requerir la presencia de la Policía. Pero al final se decidió que no había tiempo para eso y se optó por avisar de que se iba a pasar como fuera.

Una vez que se les dijo a los trabajadores del pintado de la vía que la ambulancia iba a pasar fuera como fuera, al final retiraron un cubo de pintura para dejar abierto un paso al vehículo sanitario.

Con todo, la ambulancia se encontró con un nuevo problema unos cien metros más adelante, ya que había una barrera de conos cerrando toda la calzada para impedir el paso de tráfico por el lugar, pues en teoría la vía estaba cortada aunque los servicios sanitarios de emergencias no habían sido avisados del cierre.

En ese segundo obstáculo, fue ya el técnico de la ambulancia el que decidió bajar del vehículo y retirar los conos para abrir paso y poder seguir el camino hacia el Hula.

La ambulancia se dirigía al hospital desde el servicio de urgencias de Fingoi, donde se intentó estabilizar en un primer momento al paciente, una persona con un problema cardiaco que se encontraba en una situación médica muy comprometida.

La ambulancia eligió la ruta hacia el Hula por Fontiñas, un itinerario habitual, porque nadie había comunicado a los servicios de emergencias que esa calle fuera a estar cortada. "Aun yendo al hospital por una ruta más larga, como el paseo del Rato, se hubiera ahorrado un tiempo que era muy necesario para el paciente, vistos los minutos que se perdieron intentando razonar para que se abriera paso a la ambulancia", decía una persona que vivió la situación con gran estrés.

De hecho, la situación fue tan apurada, contaban, que hasta el personal de Urgencias del Hula notó la crispación del personal cuando la ambulancia por fin logró llegar al hospital lucense.

CONCELLO. El responsable de movilidad, Rubén Arroxo, aseguró este domingo que se van a mejorar los protocolos para evitar que el paso de un vehículo de un servicio de emergencias se pueda ver interrumpido por trabajos en las calles. Asumió que no se puede dar una situación de ese tipo, si bien aseguró que la empresa que se encargaba de pintar la calle negaba que se hubiera cerrado el paso a la ambulancia. Tras hablar con la empresa encargada de los trabajos, Arroxo dijo que el encargado de los trabajos negaba que se hubiera bloqueado el paso a la ambulancia y que la mejor prueba de ello era que las rodadas del vehículo quedaron grabadas en la pintura aplicada en la calle.

No obstante, Arroxo dijo que este lunes se convocará a la empresa a una reunión y que se va a contactar con el 061 para conocer en detalle lo ocurrido. "Se hai que tomar medidas e pedir responsabilidades, farase", dijo el edil.

El departamento de movilidad explicó que los trabajos de pintado de la señalización viaria se planifican con varios días de antelación y se comunican siempre a la Policía los cortes de tráfico planificados en cada calle.

Sin embargo, esa planificación de cortes no se hacen públicos y tampoco llegan a los servicios de emergencias, razón por la que el personal de la ambulancia acabó el domingo viéndose envuelto en una discusión para conseguir que se les dejara llevar a un paciente hasta el Hula.

Los trabajos, que suponen la mejora integral de la señalización vial de toda la ciudad, se están haciendo por la noche, de forma que se reduce el impacto que tienen sobre la circulación, que así apenas se ve afectada.

No obstante, el tráfico no se reduce a cero y los servicios de emergencias juegan con el tiempo como factor clave. Una persona que trabaja en la atención a urgencias destacaba el domingo que nunca se reservan en Lugo carriles para situaciones de emergencias y decía que hace unos meses ya hubo un problema en la Ronda da Muralla con una ambulancia.

Aquel incidente se produjo cuando solo había abierto un carril al tráfico, mientras el otro se reservaba para los peatones. La ambulancia se encontró con un atasco en la Ronda y los conductores no tenían forma de abrirle paso. Al final el conductor, aprovechando que, en ese momento, no había peatones, optó por meterse por el carril peatonal para llevar al paciente.

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