Alume y Afalu desisten de arreglar la vieja sede de Aspnais por su coste

La división de espacios también resulta compleja y la Xunta estudia qué hacer con su edificio ante necesidades sociales que siguen y crecen
Antigua sede de Aspnais, un edificio y una parcela que son propiedad de la Xunta. XESÚS PONTE
photo_camera Antigua sede de Aspnais, un edificio y una parcela que son propiedad de la Xunta. XESÚS PONTE

Alume Saúde Mental y Afalu (Asociación de Familiares de Enfermos de Alzhéimer) comunicaron a la Xunta su renuncia a rehabilitar la antigua sede de Aspnais, en la Rampa de Claudio López, para la puesta en marcha en ella de servicios asistenciales y de residencia. Las necesidades de espacio que tiene ambas entidades para mejorar y para ampliar sus servicios siguen estando vigentes y de ellas es conocedora la Xunta, que en este momento está "analizando distintas utilidades públicas" para este edificio, que es de su propiedad y está vacío desde la primavera de 2021, cuando Aspnais se trasladó al antiguo hospital de San José.

Las razones de la renuncia a la rehabilitación de las instalaciones es, fundamentalmente, la elevada inversión que las entidades tendrían que asumir, que con la inflación se ha disparado y que comprometería el resto de su actividad. También influyó la complejidad de acondicionar las instalaciones para que la actividad de uno de los colectivos no interfiriera en la otra, ya que, por ejemplo, tendrían que tener entradas diferenciadas y eso haría necesario abrir una nueva entrada al recinto.

Alume buscaba abrir ese centro a nuevos perfiles de enfermos mentales, como personas jóvenes y con trastornos de la personalidad, mientras que la idea de Afalu era crear una pequeña residencia y centro de día enfocados a permitir respiro y descanso a cuidadores de enfermos de alzhéimer.

La Xunta les cedió la antigua sede de Aspanais en otoño de 2020 por un periodo de quince años y las entidades le presentaron varias propuestas de intervención en el edificio, pero no llegaron a tener la aprobación de los técnicos autonómicos, el tiempo fue pasando y, a la vista de la dificultad y del coste de sacar adelante el proyecto, las asociaciones no se ven en condiciones de asumir esa responsabilidad.

Ambas entidades están abiertas a replantear el acuerdo con la Administración porque sus necesidades no solo se mantienen sino que van a más, como se está viendo de forma muy clara, por ejemplo, en el ámbito de la salud mental. Sin embargo, la delegación de la Xunta, que es quien ha mantenido el contacto con Alume y con Afalu durante todo este tiempo, de momento rechaza explicar cuál es su plan ahora para este edificio. Se reafirma, eso sí, en que su voluntad es darle uso público a las instalaciones, aunque no concreta siquiera si la idea es que este siga siendo sociosanitario.

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