Unha app caza cada mes a 4 lucenses por denuncias falsas

O alto prezo de móbiles dispara as denuncias por falsos roubos en Lugo ► Os axentes detectaron neste período a máis dunha decena de impostores

Guillermo Brao, en su despacho de la comisaría lucense. SEBAS SENANDE
photo_camera Guillermo Brao, no seu despacho da comisaría lucense. SEBAS SENANDE

Perder un móvil de alta gama o sufrir un hurto y que el seguro no se haga cargo del coste es una faena para cualquier mortal. De hecho, muchos ciudadanos no asumen el varapalo y pretenden convertir la pérdida o sustracción en un robo violento. La Policía Nacional reconoce que el precio tan elevado que alcanzaron los teléfonos móviles en los últimos años disparó las denuncias por falsos robos, una práctica que también se ha detectado en Lugo.

El jefe de la Policía Judicial de la comisaría lucense, el inspector Guillermo Brao, confirma que el incremento es llamativo. "Con la generalización de los smartphones", comenta, "comprobamos que aumentaban exponencialmente, mucho más de lo habitual, las denuncias por robos violentos o hurtos con tirón y el ladrón siempre se llevaba el móvil. Hoy en día cualquier joven tiene un teléfono de 700 euros, e incluso de 1.000, y casi todo el mundo suele contratar un seguro de robo. Si el móvil desaparece, acuden a comisaría y denuncian que se lo han robado de forma violenta, para que el seguro se haga cargo. Claramente, un amplio porcentaje de estas denuncias son falsas".

Esta percepción era general desde hace unos años en todas las comisarías de España, hasta el punto de que un inspector de Policía granadino, doctor en matemáticas, se propuso crear un algoritmo que detectase diversas variables y calculase las probabilidades de que el denunciante estuviese mintiendo. La idea, tan chocante a priori, se materializó finalmente en una herramienta informática denominada Veripol.

"Veripol es un indicio más, muy efectivo, pero no evita que los agentes investiguen cada caso de forma minuciosa"

Tal y como apunta el jefe de la Policía Judicial de Lugo, esta herramienta -que se utiliza únicamente para robos y hurtos- predice con un 90% de fiabilidad si la denuncia es verdadera o falsa, ofreciendo como resultado un porcentaje. El programa analiza únicamente la denuncia, pero calcula las probabilidades combinado 300 variables diferentes.

Veripol usa técnicas de procesamiento del lenguaje natural y después realiza un análisis con algoritmos de inteligencia artificial, logrando así establecer patrones de veracidad o falsedad. Esta compleja explicación se basa en una afirmación mucho más sencilla, y es que la gente, cuando miente, suele mentir siempre igual.

Según los investigadores, las denuncias falsas coinciden -prácticamente en todos los casos- en una serie de características. De entrada, son menos precisas que las verdaderas, describen más los objetos robados que los hechos y caen más en algunos tópicos, como describir al ladrón vestido de negro. Pero además, el lenguaje que emplea el denunciante resulta muy revelador y permite establecer patrones de veracidad y falsedad. De hecho, Veripol tiene en cuenta el uso de pronombres personales, adjetivos, adverbios, o negaciones, entre otros aspectos, ya que el mentiroso no suele utilizar palabras como "yo" o "estar", mientras que emplea otras como "apenas" o "día" .

Con todos estos datos, analizando su frecuencia y combinación, el programa saca sus conclusiones. "Esta herramienta", explica Guillermo Brao, "es un indicio más para la Policía, pero no es una prueba irrefutable. Nosotros utilizamos Veripol solamente en las denuncias que nos arrojan dudas y el programa confirma nuestras sospechas. Pero la investigación sigue su curso, no se cierra porque la aplicación confirme que tiene una probabilidad muy elevada de ser falsa".

"Además de simular un delito, la denuncia falsa por el robo de un móvil puede implicar una estafa a la aseguradora"

Los agentes lucenses llevan tres meses utilizando Veripol y tienen claro que la aplicación es efectiva. "En las denuncias que nosotros pensábamos que no eran verdaderas, el programa siempre dio una probabilidad de falsedad superior al 80%. También probamos alguna denuncia que no nos arrojaba dudas. Por ejemplo", comenta el inspector, "un lucense denunció que le habían robado y dado una paliza en Bulgaria. Nosotros creímos al denunciante y decidimos introducir la denuncia en Veripol para probar la aplicación. Arrojó una probabilidad de falsedad de tan solo del 1%".

SIMULACIÓN. Desde que la comisaría lucense cuenta con esta aplicación, los agentes detectaron ya a más de una decena de impostores, que fueron investigados por simulación de delito. "Detectamos tres o cuatro denuncias falsas al mes de robos o hurtos con tirón, y prácticamente en todos los casos el ladrón se había llevado el móvil. Cuando al cerrar la investigación concluimos que la denuncia es falsa", apunta el jefe de Policía Judicial, "llamamos al denunciante para comunicarle que está siendo investigado por simulación de delito".

Tras el impacto inicial, los ciudadanos suelen reconocer la verdad. "Normalmente, cuando le decimos al denunciante que creemos que la denuncia es falsa, lo reconoce. La gente se arrepiente y a veces incluso acaba llorando. Generalmente son personas sin antecedentes de ningún tipo y no son conscientes de la trascendencia que tiene mentir en una denuncia. Lo normal es que realmente perdieran o les hurtaran el móvil y creen que no pasa nada por exagerarlo. No son conscientes de la repercusión que tienen estos hechos", explica.

Y es que simular un delito está castigado en el Código Penal, en concreto, con una multa de seis a doce meses". Además, el problema puede ser mayor, ya que si la compañía de seguros denuncia al ciudadano que intentó engañarlo, la simulación de delito se puede vincular con el estafa, que acarrea penas de prisión.

Así, intentar recuperar el dinero de un teléfono móvil denunciando hechos que no han sucedido puede acabar saliendo bastante más caro que adquirir uno nuevo, pese a su elevado precio.

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