La muerte del fundador de Electromésticos Domínguez, José Domínguez López, a los 69 años, víctima de una enfermedad que conoció solo hace dos semanas, cogió por sorpresa a todos sus familiares, allegados y amigos. Cuando en el verano de 1978, José Domínguez abrió su primera tienda en la calle General Mola (hoy Rúa Castelao) de la capital lucense, en la mayoría de las casas de Lugo aún no había entrado ningún gran electrodoméstico. Así nació Electrodomésticos Domínguez, que hoy cuenta con más de un centenar de tiendas en toda Galicia, bajo las firmas Cenor y Star Center.
Domínguez –que en aquel entonces lo formaban el propio José; su esposa, Alicia, y un empleado– fue el encargado de llevar a cientos de hogares la primera lavadora, el primer frigorífico o la primera televisión, que entonces había que montar porque a las tiendas llegaban en piezas. Hace 14 años, con motivo de sus treinta años en el negocio, José contaba a El Progreso que las claves de su negocio fueron "dar un buen servicio, porque tenemos personal de reparto propio y especializado para la puesta en marcha de aparatos, un precio competitivo y ofrecer lo que el cliente necesita". También recordaba el extraordinario dinamismo de este tipo de negocios.
A su lado en el negocio están Marcos, su hijo, y Cristina, su hija, que hoy lloran la inesperada y sorpresiva muerte de su padre, cuando solo hace un mes estaba perfectamente y sin síntoma alguno que pudiese anticipar el fatal desenlace.
Electrodomésticos Domínguez es un negocio que supo adaptarse a lo largo de su historia y prueba de ello es que empezó vendiendo televisores y aparatos de línea blanca (frigoríficos, lavadoras, congeladores, lavavajillas...), pasó a ofrecer los muebles de cocina, entró en el mundo de la telefonía y de la pequeña electrónica y, finalmente, se especializó en nuevas tecnologías, con laboratorio de fotografía incluido, coincidiendo con el bum de las cámaras digitales. Y todo ello con José Domínguez siempre atento al cliente.
El funeral será este martes, día 16, a las 12 de la mañana, en la capilla del tanatorio As Gándaras Serfuja, y posterior conducción al cementerio de San Froilán.
