Pío nunca di non

lA ESCENA DE la foto es el área residencial que la asociación Aspnais, para la atención de discapacitados intelectuales y del desarrollo, dirige en Lugo en la Rampa de Claudio López. El retratado es Pío Bouza. Lo conozco desde que me llamaron para realizar unas obras de adaptación normativa del centro. Pío tiene 37 años y es de A Pastoriza. Es huérfano y lleva ya 18 años en el centro, donde se ha vuelto casi imprescindible. En vacaciones se va con sus primos a su pueblo, pero tiene una intensa jornada laboral como carpintero en los talleres de Aspnais en As Arieiras. De nueve de la mañana a seis de la tarde. En la residencia ya tiene un status de autonomía que le permite vivir en otro piso tutelado de la asociación, con sus compañeros Juan Carlos y Manuel. Cuando sea mayor, como otros en el centro, espera poder seguir residiendo en la ampliación que proyectan en el mismo recinto, tan necesaria. Le gustan los deportes y es seguidor de su equipo, el Azkar. Pero cuando hay que arrimar el hombro, siempre está disponible. Todos le quieren, por su buen carácter y su capacidad para hacer amigos. Y es que cuando se trata de ayudar o simplemente estar ahí, él nunca dice que no. Y eso es ser muy capaz.