el san Xoán se impuso ayer en la noche lucense con las tradicionales hogueras que, en algunos casos, estuvieron también aderezadas con música y con comida (churrascadas o sardiñadas mayoritariamente, a excepción del becerro al espeto de A Piringalla).
La tradición de celebrar la entrada del solsticio de verano, en la noche del 23 al 24 de junio, se mantuvo, un año más, con las 244 hogueras que el Concello autorizó este año, tanto en los barrios como en la zona rural.
La celebración del San Xoán fue multitudinaria en A Piringalla y en Montirón, donde existe esta tradición desde hace muchos años. La asociación San Isidro de A Piringalla y la Asociación de Vecinos, Comerciantes e Industriales de A Milagrosa organizaron la decimocuarta edición de la Festa do Becerro ao Espeto, que comenzó pasadas las nueve y cuarto de la noche, en la plaza Frei Xosé Gómez. Se repartieron alrededor de 3.000 raciones de comida, procedentes del típico asado en el horno de las panaderías Illán de un becerro de 165 kilos de peso en canal, donado por César Dorado, ganadero y presidente de Acruga.Para completar las raciones, los organizadores aportaron otro medio ternero, además de una treintena de cajas de pimientos, de ocho kilos cada una y veinticinco sacos de pan.
La comida se regó con 200 litros de vino y siete barriles de cerveza y dos, de refresco de limón. A las diez y media y, durante una hora, la orquesta Pontevedra se subió al escenario para amenizar la fiesta y que volvió a hacer un segundo pase después del encendido de la hoguera.
En Montirón, además de la hoguera, hubo una degustación de chorizo y panceta y actuó el dúo De Cine.
Otros barrios que celebraron por todo lo alto el San Xoán fueron O Castiñeiro y As Gándaras, donde hubo churrasco y hoguera, pese a que en este último hace solo una semana les habían robado la leña.
Otra de las grandes concentraciones del Lume Novo estuvo en Acea de Olga, mientras que en Conturiz la asociación de vecinos organizó una churrascada.
Por otra parte, Lugo Monumental criticó que el Concello le denegase por segundo año el permiso para celebrar una hoguera en la Praza de Santa María.
