El 2019, un punto de inflexión para la princesa Leonor

El Rey y la princesa Leonor, durante el acto del aniversario de la Constitución BALLESTEROS
photo_camera El Rey y la princesa Leonor, durante el acto del aniversario de la Constitución BALLESTEROS
En un acto cargado de simbolismo, Felipe VI impuso el Toisón de Oro a la princesa Leonor el 30 de enero de 2018, el mismo día en que el rey cumplía 50 años, y nueve meses después la heredera de la Corona pronunció sus primeras palabras en público.

Lo hizo el 31 de octubre, la fecha en la que celebraba su 13 cumpleaños, y consistió en la lectura del artículo 1 de la Constitución en el marco del 40 aniversario de la máxima norma legal española.

Pero ha sido este año, 2019, cuando su vida pública ha experimentado un punto de inflexión al adquirir un protagonismo especial con sus discursos en la entrega de los premios Princesa de Asturias y Princesa de Girona.

Dos actos en entornos muy diferentes en términos de acogida, Oviedo y Barcelona, y que propiciaron sin duda una enseñanza más en su aprendizaje para las tareas que el futuro le tiene reservadas.

En el primero de ellos explicitó su compromiso de servir a España y a los españoles con "entrega y esfuerzo", un reto que garantizó que asume con responsabilidad y muy honrada.

Ocupará un lugar relevante en su biografía ese 18 de octubre en el que, a trece días de cumplir los 14 años, pronunció su primer discurso, con los reyes y su hermana, la infanta Sofía, junto a ella, y en una jornada que confesó que será inolvidable y que había esperado con mucha ilusión.

Su padre fue el encargado de la intervención central de la ceremonia, en la que la animó a asumir su papel institucional con coraje y con valentía en un mundo en el que encontrará desencuentros e incertidumbres.

Pero la princesa tomó el testigo del rey y fue ella la que hizo entrega del diploma correspondiente a cada uno de los galardonados en la 39 edición de los premios Princesa de Asturias y a los que había felicitado previamente, a alguno de ellos en inglés.

No obstante, su dominio de otras lenguas distintas al castellano lo evidenció en su segunda alocución pública, la que albergó el 4 de noviembre el barcelonés Palacio de Congresos de Cataluña para la entrega de los premios Princesa de Girona y también junto a los reyes y su hermana.

El castellano, el catalán, el inglés y el árabe estuvieron presentes en esa intervención en la que aseguró que Cataluña siempre ocupará un lugar especial en su corazón y que tanto a ella como a su hermana, sus padres les han hablado siempre de esta tierra con verdadero afecto.

Lo dijo en un catalán cuya pronunciación fue elogiada y que dio pie a que incluso un dirigente político no afín a la monarquía como es el líder de Podemos, Pablo Iglesias, calificara el gesto de la princesa de "un detallazo hacia mucha gente que piensa, que habla y que siente en esa lengua".

Si la princesa pudo comprobar en las calles de Oviedo cómo la ciudad se volcó para darle la bienvenida, en Barcelona se sucedieron las protestas por la presencia de la Familia Real, aunque la ceremonia pudo desarrollarse con normalidad.

Fue la primera visita de la heredera de la Corona a Cataluña y en un momento de especial tensión política, ya que veinte días antes se había hecho pública la sentencia con la condena a los líderes del "procés".

También se pudo escuchar este año a doña Leonor en Asiegu, el pueblo ejemplar del Principado y al que acudió al día siguiente de la entrega de los premios en Oviedo.

Unas palabras en las que lanzó un mensaje de apoyo a las poblaciones rurales al asegurar que suponen "un tesoro de España que hay que querer, cuidar y proteger".

Más allá de su presencia en los actos de la Familia Real durante su estancia veraniega en Palma, el desfile del 12 de octubre, día de la Fiesta Nacional, y el evento organizado en el Palacio Real el 19 de junio en el quinto aniversario de la proclamación de Felipe VI (y, por ende, de que se convirtiera en Princesa de Asturias), han sido otros actos públicos que han contado con su participación en 2019. Un año con jalones para la historia en la creciente vida pública de la heredera. 

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