PERFIL

Valentín González Formoso: un político entre acordes y acuerdos

El alcalde de As Pontes y presidente de la Diputación de A Coruña, Valentín González Formoso. VICTORIA RODRÍGUEZ
photo_camera El alcalde de As Pontes y presidente de la Diputación de A Coruña, Valentín González Formoso. VICTORIA RODRÍGUEZ

Que Valentín González Formoso (As Pontes, 1971) haya aprovechado el confinamiento del covid para aprender a tocar la guitarra y, particularmente, para ensayar un tema de Springsteen resulta un tanto sorprendente teniendo en cuenta que lleva toda la vida sin hacer mucho ruido. Fue capaz de abrirse camino en un mundo como el de la política sin codazos, de puntillas, en silencio... Y así quiso llegar a lo más alto del PSdeG.

Es comprensible que criándose como el menor de siete hermanos lo mejor sea no asomar mucho la cabeza, aunque en política ese perfil contenido puede llegar a ser contraproducente; y más aún en estas épocas del tuit, la frase fácil y la bronca. 

Pero es que hasta el martes, la trayectoria política de Formoso se limitaba a dirigir un pequeño municipio más famoso por su central térmica que por su alcaldía. Sin embargo, la reiterada confianza que le dieron sus vecinos en las urnas lo impulsó a cotas mayores: la Diputación y la dirección provincial del PSOE. Formoso se ganó entonces la categoría del barón del norte, pese a que reniega de esa etiqueta.

En lo institucional confirmó su perfil dialogante manteniendo una buena relación con la Xunta al mismo tiempo que sostiene en la Diputación uno de los bipartitos más estables con el BNG. Y aunque a nivel orgánico está más verde, su tendencia a huir de los extremos lo convierte en un político más versátil, capaz de pescar votos a izquierda y derecha. Al fin y al cabo, sacar buenos acordes a la guitarra implica dominar las dos manos.

Comentarios