Los últimos análisis señalan que el agua de Vigo, Soutomaior y Moaña es apta para el consumo 

Se mantienen los niveles de turbiedad elevados que hacen que su calidad sea "baja"

 

Una vecina de Vigo se abastece de agua potable en una fuente pública. SALVADOR SAS (EFE)
photo_camera Una vecina de Vigo se abastece de agua potable en una fuente pública. SALVADOR SAS (EFE)

Los últimos datos facilitados por la Xunta de Galicia sobre la calidad del agua de los municipios de Vigo, Moaña y Soutomaior inciden en que es apta para el consumo humano aunque mantiene niveles de turbiedad elevados que hacen que su calidad sea "baja". 

En primer lugar, los análisis de este domingo realizados por la concesionaria municipal de Vigo, Aquialia, mantienen estables los valores aunque, según ha indicado la Administración autonómica, presentan "niveles altos de color y hierro". Así, el examen realizado a la salida de la ETAP de O Casal muestra un resultado de 456 partes por billón y el de Canido de 554. 

En concreto, el límite paramétrico del hierro es de 200 microgramos por litro, entre 200 y 600 el agua es apta con no conformidad y a partir de 600 se considera no apta para el consumo. Por ello, los valores registrados en la ciudad olívica indican que se puede consumir el agua. 

Por su parte, también se mantienen por debajo del umbral de 600 partes por billón los niveles del agua de Soutomaior. Concretamente, en el Canal de Eiras los análisis realizados por Viaqua este domingo arrojan cifras de 428 microgramos por litro de hierro, en el Depósito Coello de 445, en el Depósito Lourido de 191, y en el de Cochón (Arcade) 276. 

En cuanto a Moaña, en donde el incumplimiento detectado por la Xunta había sido por color, el Gobierno gallego ha señalado que los datos continúan "estables" y por debajo de los umbrales de turbiedad, por lo que también se puede consumir.

NOTIFICACIÓN POR CARTA. El Ejecutivo autonómico había notificado el jueves por carta a estos ayuntamientos del área de Vigo, así como al de Redondela, que presentaban valores "por encima de los límites establecidos en la normativa vigente del agua de consumo humano" y había puntualizado que esos "valores anormales" no suponían un riesgo sanitario por el momento, aunque "de mantenerse en el tiempo, obligarían a tomar medidas", como decretar que el agua no era apta para la ingestión. 

Tras las mediciones de la Administración autonómica, fueron los gestores de los servicios municipales de agua los que trasladaron sus propios datos para confirmar si se ratificaban los parámetros anormales. Como no ha sido así, por el momento no se restringe el consumo humano de agua en ninguno de los municipios en los que habían saltado las alarmas. 

Ante la elevada presencia de hierro que presenta el agua de la zona, los inspectores de Salud Pública están recogiendo durante el fin de semana sus propias muestras en los abastecimientos más preocupantes "para hacer un seguimiento intensivo y poder reaccionar si los valores se superan". 
 

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