La operación policial que se desarrolló este martes en varias puntos del sur de Galicia y que tuvo epicentro en Pontevedra permitió desmantelar por completo una organización criminal internacional dedicada a las estafas en la compraventa de coches.
En total, hay una decena de detenidos en Galicia y Portugal. Según indicó el delegado del Gobierno, José Miñones, los tres arrestos en la comunidad se produjeron en la Boa Vila, Verín y Ourense. También se realizaron ocho registros entre ambos países.
Miñones informó de que se dará información oportuna a los propietarios de los vehículos que se vendieron a través de la red para para saber cómo tienen que proceder.
Mediante un engranaje muy laborioso, los detenidos se hacían con vehículos que previamente habían sido adquiridos por testaferros en Portugal para su venta en establecimientos de segunda mano, algunos en la Boa Vila.
El carácter internacional tiene que ver también con los compradores, que en principio desconocen el origen ilícito de los automóviles, pues los vehículos llegaron a otros países de la UE.
En el despliegue policial participan unidades de Pontevedra (Grupo I de Udyco), la Policía Local y hasta los Greco Galicia, en unión con representantes policiales portugueses y de Europol.
Los agentes trabajan en varios registros muy visibles para los ciudadanos por la presencia de antidisturbios y perros adiestrados, todo ello en busca de indicios sobre los delitos investigados.
En concreto, dos de los registros se desarrollaron en un piso de la calle Mestre Soutullo, en el entorno de Loureiro Crespo, y en un taller de la Avenida de Montecelo.
Los vecinos de distintos barrios de la ciudad presencian el movimiento de agentes, incluidos algunos procedentes del extranjero.
