Juan Carlos I ya no está en Sanxenxo. Unha hora antes de lo previsto, a las 9.00 horas, abandonaba el domicilio de Pedro Campos en Nanín, con esperanzas de volver pronto. Pero no solo de visita, sino a vivir en España. Así lo aseguró ante los medios que le esperaban en la puerta de la casa, a los que dirigió unas palabras, afiramando que “por supuesto” le gustaría quedarse a vivir.
Con un "muy bien, estupendamente. Muchísimas gracias por todo", dio carpetazo a una semana en la que se pudo apreciar un cambio radical de actitud en sus acciones, y en la que rompió el silencio con la prensa. Y es que coincidiendo con la visita de Felipe VI a A Toxa, el pasado jueves el rey emérito abandonó el perfil bajo que prometía al inicio de la semana, y recibió en Sanxenxo a su hermana, la Infanta Margarita, a sus sobrinos, Alfonso y María Zurita, y a su ahijado, Carlos, con los que no dudó en pasearse por la ría, y con quienes salió a cenar a O Grove también esa misma noche. El viernes, con la marcha de estos, tomaba el relevo la Infanta Elena, que accedía discretamente a la cena prevista en el Real Club Náutico de Sanxenxo, pero que se dejaba ver en los días siguientes disfrutando de cenas con su padre y de la vela, y alimentando el foco mediático que se había reactivado el jueves.
La próxima visita a España está prevista para finales de este mes de octubre, cuando acudirá a la celebración familiar de la mayoría de edad de la princesa Leonor, aunque no está prevista su participación en el acto institucional de jura de la Constitución. Además, los días 21 y 22 el Náutico acoge el V Circuito Clase 6mR puntuable para la Copa de España, aunque todavía no está confirmada su presencia en la prueba.
