Varios huéspedes de la casa rural A Maquía disfrutan a las 12.40 horas de este lunes de un agradable momento de ocio en la piscina cuando escucharon un ensordecedor ruido de cristales rotos. Los empleados acudieron a la planta baja de la casa, de donde provenía el estruendo, y se encontraron un coche incrustado en la vidriera del salón de desayunos, con sus dos ocupantes en el interior.
El matrimonio, de avanzada edad, circulaba por la vía de acceso del establecimiento hotelero, situado en A Samieira, en el municipio pontevedrés de Poio, cuando al conductor se le quedó la chancla enganchada en el pedal del acelerador, según relató después.
El vehículo, un Jeep Renegade automático, montó por encima de un muro con jardín de dos metros de altura hasta meter las ruedas en el hueco entre el edificio y la zona de césped, por lo que se desequilibró, colisionando contra la puerta de la planta baja del inmueble.
Se quedó encajado en el hueco de entrada a la estancia, en la que afortunadamente no se encontraba nadie en el momento del impacto. Este acceso tenía una estructura de vidrio y aluminio con una cristalera y una puerta que al romperse provocó el estruendo.
Los ocupantes abandonaron el vehículo sin graves lesiones. Únicamente el conductor tuvo que recibir dos puntos en la cabeza debido a un golpe durante la colisión. Lo que pudo haber sido un accidente trágico, quedaba en un gran susto, tanto para los huéspedes como para los empleados del negocio, que llamaron a los servicios de emergencia al instante de producirse el choque.
Al lugar se desplazaron tanto la Protección Civil de Poio como los Bomberos de Sanxenxo, que ayudaron a retirar a los ocupantes del vehículo de manera segura, aunque el coche todavía no se ha podido retirar.
"El mayor inconveniente ahora es que no podemos reparar la puerta porque todas las empresas están de vacaciones", dicen
Una portavoz de la casa rural informó de que tendrán que esperar a que un camión pluma se pueda desplazar hasta la zona y aunque los daños materiales no hayan sido significativos, es posible que se vea afectada la estructura del techo en el momento de la retirada.
Además, aseguran que el mayor inconveniente en este momento es que no pueden hacer el encargo de reparación a ninguna empresa de aluminio y cristalería debido a la "temporada estival" por lo que tendrán que "inhabilitar la entrada" indefinidamente. A esto se suman los trámites del seguro, y la lentitud de servicio del camión pluma, que ha provocado que el vehículo quedase plasmado en el muro a lo largo del día.
Los dos viajeros se encuentran ya hospedados en A Maquía, después de lo que seguro ha sido el check-in más accidentado de todas sus vacaciones.
