"Cando entra o mar, o barco xa non desauga"

¿Cómo sucedió el naufragio? Antonio Portela, marino con 40 años de experiencia, los últimos 15 faenando en Terranova, ofrece la explicación más verosímil de lo que pudo ocurrir con el Villa de Pitanxo. Su último empleo fue en el Playa Menduiña Dos, el busque que llega este viernes con los náufragos a Canadá ► "Nesas augas, se caes ao mar, estás perdido"
El marinero, este jueves, en su vivienda de San Andrés de Xeve. RAFA FARIÑA
photo_camera El marinero, este jueves, en su vivienda de San Andrés de Xeve. RAFA FARIÑA

Las causas de la mayor tragedia en el mar de los últimos 40 años en España se sabrán con certeza en cuanto concluyan las investigaciones. La recuperación completa y posterior testimonio de los tres supervivientes del naufragio del Villa de Pitanxo será la clave para conocer con exactitud lo ocurrido.

Sin embargo, personas con una dilatada experiencia en Terranova y un conocimiento exhaustivo de los arrastreros que faenan en la zona ponen sobre la mesa las primeras hipótesis.

Antonio Portela, natural de Beluso (Bueu) y afincado en San Andrés de Xeve, tiene 40 años de experiencia en el mar, los últimos quince realizando las mareas en Terranova a bordo del Playa Menduiña Dos, curiosamente el buque que este viernes tiene previsto alcanzar tierra en suelo canadiense con los supervivientes.

La hipótesis de una inundación a causa de la tormenta en el momento de la recogida de las redes gana fuerza

Portela señala como "moi probable" que, fruto del fuerte temporal y un oleaje de gran altura (por otra parte, común en esas latitudes en la actualidad), el agua entrase en el barco por popa en el momento de la recogida del aparejo, en tamaña cantidad que le hizo colapsar para irse a pique en pocos minutos.

"Os barcos rambleros meten a rede por popa. Hai mares que fan por dúas casas destas de alto, e cando estás metendo a rede por popa éntrache o mar". El marinero explica así el modo en el que las olas, al menos dos, según su criterio, llevaron al Villa de Pitanxo al fondo del Atlántico. El sistema de compuertas para meter y sacar las redes por la zona posterior del arrastrero pudo ser, por lo tanto, el causante de lo sucedido.

"Para non meter a rede a bordo, o barco ten unha comporta para que entre por abaixo. Entón, o mar, ao chegar alí, bate nesa comporta e non entra na cuberta. O asunto é que ao meter a rede tes que baixar esa comporta". Y en ese momento, según su hipótesis, el agua entró en la embarcación de forma contundente.

"O barco ten uns pasillos e uns rompeondas, un por babor e outro por estribor. Cando entra o mar, hai unha defensa", añade, pero ese mecanismo no fue suficiente. "Iso téñollo discutido eu ás persoas que levan riscos laborais, porque non poden ir ver o barco ao muelle. Teñen que velo cando se está traballando, en altamar".

El marinero destaca por encima de todo el sistema para llevar las redes que, por otra parte, es muy utilizado en esas latitudes para reducir el contacto con la humedad en áreas del planeta tan frías como los caladeros ubicados frente a territorio canadiense.

Un enemigo tan peligroso como el oleaje es la temperatura ambiente y la temperatura del agua. "Se caes a auga, estás perdido"

"É importante saber como se levan redes. Hai capitáns que as meten por aí, e cando entra o mar, xa non desauga. Neste tempo entrouche unha, éntrache outra, e o barco xa perde a estabilidade totalmente". Eso es, según el exmiembro de la tripulación, entre otros, del Playa Menduiña Dos, lo que pudo ocurrir el martes pasado.

En cuanto al motivo de que se hayan salvado solo tres de los tripulantes y hayan aparecido un número concreto de cuerpos, fallecidos, que en total están muy cerca de la mitad de las personas que iban a bordo del arrastrero, el marinero de Beluso piensa que, dada la rapidez del hudimiento, solo los que estaban en cubierta, probablemente faenando, pudieron reaccionar. Los demás nada pudieron hacer, dadas las circunstancias

"A miña idea é que a xente que estaba en cuberta tivo tempo de collerse ás balsas, que non son coma as que había antigamente. Agora son moito máis modernas e ao entrar en contacto coa auga xa se abren elas soas e saen do barco. Para min, non hai outra explicación. Esa xente tivo tempo de agarrarse ás balsas, e os que estaban dentro xa non tiveron tempo de nada", apunta Portela.

Junto a ello, el experimentado marinero que conoce como muy pocos la climatología y el resto de condiciones que se dan en los caladeros de Terranova, añade un enemigo tan peligroso como el oleaje: la temperatura ambiente y la temperatura del agua.

"O contacto coa auga xa é mortal. Eu pasei alí días de 35 grados baixo cero. Alí, como caia un á auga xa, adiós, estás perdido", explica.

En cuanto al motivo de que solo tres de los que consiguieron llegar a las balsas se hayan salvado, Antonio Portela lo tiene claro. "Os cadáveres da balsa morreron co frío, entendo eu, e salváronse os da outra, que aguantaron máis a temperatura".

En este punto, el exmarinero de Bueu afincado en Pontevedra abre un debate acerca de la utilidad de los trajes especiales para temperaturas extremas de los que disponen los buques que faenan en estas latitudes.

La meteorología es adversa, convierte en nulas las posibilidades de hallar a los marineros desaparecidos. "Iso, olvídate"

"Despois non sei se tiñan traxes de supervivencia para todos. Sobre iso, temos o problema, que non podemos traballar con el posto, porque é moi incómodo. Entonces, se chega o caso dun problema e o precisas, en canto chegas ao barco a buscalo, xa está o barco inundado".

Por otra parte, el marinero pone el acento en la dureza del trabajo que soportan quienes se dedican a él, con larguísimas jornadas y una remuneración que, en lugar de crecer, se ha ido reduciendo con el paso de los años.

"Hai que ter en conta as condicións que impón cada capitán. É difícil de crer que botas 37 horas traballando, a quen llo contas di que estás borracho ou drogado. Pero dependendo do capitán, iso sucede. Non se pode botar ese tempo sen durmir, con vinte minutos para comer ou para cear. E todo para ganar 1.800 ou 2.000 euros cada mes. Eu gañei máis cartos cando empecei no ano 69 que na actualidade", recuerda.

Defiende, eso sí, la última empresa en la que trabajó. "Eu, por sorte, a empresa na que andaba, a que ten o Playa Menduiña Dos, foi a mellor de todas nas que traballei".

En cuanto a la posiblidad de hallar a los desaparecidos, Antonio Portela entiende el dolor de las víctimas, pero es claro. "Iso, olvídate".

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