Antes de emplear una olla exprés, tanto fabricantes como expertos en accidente laborales hacen especial hincapié en la importancia de leer atentamente las instrucciones de uso del producto. Aunque parezca una obviedad resaltar este punto, en el mercado hay distintos modelos y, en según que casos, tienen recomendaciones concretas de uso y mantenimiento.
Pese a todo, se pueden agrupar en 10 puntos las medidas de seguridad genéricas que tenemos que tener en cuenta a la hora de cocinar con una olla sin ponernos en riesgo:
2- CONTENIDO. Nunca se debe calentar sin contenido en su interior
4- PRESIÓN. La olla no puede ser abierta cuando tiene presión. Para abrirla tenemos que apartarla de la fuente de calor y esperar a que la válvula deje de girar o que bajen los anillos indicadores. Según el modelo, el reposo puede ir de los 15 a los 20 minutos. Si queremos bajar la presión de una forma rápida, la mejor manera es introducir la olla con cuidado en el fregadero y abrir el agua fría hasta que pierda la presión.
6- CALOR. Si hay un exceso de presión, de modo que la válvula gire demasiado rápido o que el silbido sea demasiado potente, baje el fuego hasta que regrese a los parámetros habituales de expulsión del vapor. Cuando hay un exceso de vapor se corre el riego de que el agua se consuma antes de lo previsto.
8- MANTENIMIENTO. Para garantizar la hermeticidad, todas las piezas de las ollas a presión deben estar en perfecto estado. Es muy recomendable cambiar las gomas dentro del plazo que indican los fabricantes, que en muchos casos es cada seis meses.
10- NIÑOS. Debemos siempre mantener la olla alejada del alcance de los niños