EL RIVAL 🏀 Un año con sobresaltos

El Fuenlabrada llega a Lugo tras numerosos cambios en la plantilla y con su tercer entrenador

Christian Díaz, en el partido de ida en Fuenlabrada. AEP
photo_camera Christian Díaz, en el partido de ida en Fuenlabrada. AEP

UNA RENOVACIÓN forzada o un proyecto variado en función de las circunstancias y las necesidades. Así puede entenderse la temporada actual del Montakit Fuenlabrada, un conjunto que partía con ilusión y con el objetivo de estar cerca de los ‘play off’, además de competir en Europa, y al que los resultados y las lesiones no le han ayudado en nada, y le obligaron a variar el rumbo en numerosas ocasiones.

Los cambios en la configuración de la plantilla fueron varios y en el banquillo ahora está Jota Cuspinera como inquilino después de no acertar en la elección de Agustí Julbe al inicio de la campaña y tampoco con la llegada de Néstor, ‘Che’, García.

Inicialmente, el Fuenlabrada fue un equipo con un proyecto que apostaba por la continuidad de un bloque grande de jugadores. Así, seguía Marko Popovic, santo y seña de este club las últimas tres campañas y prolongación de cada entrenador que ha pasado por el club. También continuaban el alero congoleño Christian Eyenga, el escolta mexicano Paco Cruz, el ala-pívot estadounidense O’Leary, el base esloveno Luka Rupnik, el escolta Álex Llorca y el pívot Chema González, repescado.

Por si fuera poco, la llegada de Tomás Bellas y Marc García alimentaba la ilusión de un equipo que incluso se apuntó uno de los bombazos del verano, como fue la llegada de Lucas Nogueira. Este caso podría ser el ejemplo claro de esta campaña del Fuenlabrada: mucho que esperar y finalmente poco o nada que recibir.

La competición europea desgastó al equipo y los fuenlabreños estuvieron desde el inicio en la zona comprometida de la clasificación. El banquillo fue una constante olla a presión. Empezó Agustí Julbe. Luego, para intentar arreglar las cosas, se reunió a un viejo conocido, Néstor García, y finalmente ahora es Jota Cuspinera el que tiene la misión de salvar a un equipo que no esperaba una campaña así ni mucho menos.

En lo de la configuración de la plantilla, el Fuenlabrada ha cambiado varias piezas. Por ejemplo en el partido de la primera vuelta ante el Cafés Candelas Breogán, en el que debutaron tres jugadores de golpe: Akognon, Kemp y Kravtsov. La irregularidad y las lesiones no han permitido al grupo enlazar varios resultados positivos y ahora le toca luchar hasta el final para no comprometer más la campaña de un equipo que estuvo a un partido de disputar este año la Copa del Rey, en Madrid.

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