QUÉ ES DE... 🤔 Adrián Laso: "Recuerdo bien a Lisardo; me ayudó mucho"

ADRIÁN LASO GONZÁLEZ (Palencia, 1990, @Alaso13 en Twitter) es un pívot de 2.05, internacional en categorías inferiores y que paso por Lugo en la temporada 2013- 2014, cedido por el Fuenlabrada.

No es habitual que suceda esto… pero le he perdido la pista. ¿Qué hace actualmente?
Ahora estoy estudiando. De hecho, estoy en la universidad ahora mismo. Me lesioné hace dos años en Logroño, de la espalda, me operé y ya me dijeron que iba a ser complicado, y en la rehabilitación ya me confirmaron que no estaba para competir. He estado estudiando a distancia, a un ritmo más lento de lo normal, pero lo he retomado de forma presencial. Estudio ingeniería electrónica.

Se formó en Castilla y León, para luego pasar a la cantera del Fuenlabrada, ¿cómo fue esta etapa de su carrera?
Pues llegué a los 16 para 17 años a Fuenlabrada, era júnior de primer año. El cambio fue importante, comencé viviendo con mi tía en Madrid e iba al colegio a Leganés. Salía todos los días muy temprano de casa y éramos los últimos en entrenar, con lo que llegaba siempre muy tarde a casa. Fue una etapa dura, en lo personal y a nivel deportivo también. Se notaba la competición, la pretemporada, la exigencia era mucho más alta que antes, con varios entrenos a la semana... Fui descubriendo cosas que luego te viene bien. Fue duro en cuanto a esfuerzo, pero también muy bueno.

De ahí también salieron Javi Vega y Álvaro Muñoz, ¿sigue en contacto con ellos?
Sí, claro. Cuando yo llego estaban Jódar, Guigou... Luego en sénior coincidí con Muñoz, con Vega y Muñoz cedidos en Illescas. Y también coincidí con Gustavo Ayón y Biyombo…

Luego debuta en la ACB con el propio Fuenlabrada. ¿Qué significó este paso?
Debuté en un cambio con Gustavo Ayón. Debutar en ACB es el objetivo que persigues, la selección fue un premio, pero cuando te convocan para la ACB ves que el tema es más serio. Cumples una de tus metas.

En Lugo formó parte de un juego interior con Roeland Schaftenaar y Michel Diouf. Sin lugar a dudas conformaron un juego interior muy potente para la LEB.
Sí, sin dudas. Yo llegué con la lesión de Manu Gómez. También entrenaba con nosotros Martín Gómez, y también estaba Bortolussi, que hacía el ‘tres’ o el ‘cuatro’. Era un equipo potente en general. Al venir de no jugar tanto en ACB a mí me costó un poco más adaptarme. Diouf y yo compartíamos posición normalmente, pero con Roeland era fácil, con lo que atraía el juego, porque no lo podías dejar solo, que metía mucho de ‘tres’.

¿Como llevó un fin de carrera tan temprano?
La verdad es que lo tenía un poco asumido, pero es duro. Ya la temporada anterior empiezo jugando bien, se interesan equipos ACB por mí, y me rompo el cruzado. Ya me había roto las dos rodillas. En fin, te vienes abajo. Intentas recuperarte y me lesiono de la espalda, otra lesión grave. Y esto no son los cruzados, que te operas y en seis meses ‘estás’ (relativamente hablando). Llevas desde los 5 años entrenando al baloncesto, y desde los 16 ya todas las tardes ocupadas con él. Te cambia totalmente, tienes que reciclarte y prepararte para el futuro.

Y de todos los entrenadores que ha tenido, ¿con quién se queda?
De cada uno aprendes alguna cosa, tanto buenas como malas. En general no tengo mucha queja. Me quedo con Maldonado, con el que debuté ante el Madrid. Era un entrenador muy coherente y cumplía con lo que decía. Me sacó con el marcador empatado, antes del descanso. No me gustaban los entrenadores que te vendían la moto. También tengo un buen recuerdo de Lisardo en mi etapa en Lugo, me ayudó bastante. Él me apretó, pero sin agobiarme.

¿Ha seguido todos estos años la trayectoria del Breogán?
La verdad es que me he desenganchado algo del baloncesto, pero lo he ido siguiendo algo. Recuerdo mucho la final contra el COB, el ascenso el año pasado...

En lo extradeportivo, ¿qué echa de menos de Lugo? ¿Qué no?
Echo de menos la calle, ir de tapas, lo que se vive el baloncesto (para lo bueno y lo malo), es una afición que aprieta. La gente te paraba por la calle, el ambiente. No echo de menos el clima. Recuerdo que llegamos en diciembre y hasta enero estuvo sin despejar. Cuarenta días sin ver el sol. Nos costó un poco al principio, pero luego, con el buen tiempo, la ciudad era genial.

Una predicción para el partido de hoy.
Pues complicado me lo pones. Los cambios de entrenador siempre dicen que son revulsivos. El Fuenlabrada no iba muy bien, pero ha mejorado, y tengo amigos en los dos equipos. Voy a dar al Breogán por el revulsivo del nuevo entrenador y por jugar en casa.