Sánchez: "Abascal tiene más sentido de Estado que Casado"

El presidente pone a Vox por delante del PP en cuanto a la "responsabilidad" con España en una sesión marcada por la censura de todos los grupos, salvo el de los populares, a las "mentiras" y el "odio" de la ultraderecha
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, interviene en la sesión de control al Gobierno, este miércoles. CHEMA MOYA (EFE)
photo_camera El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, interviene en la sesión de control al Gobierno, este miércoles. CHEMA MOYA (EFE)

La cercanía de las elecciones en Cataluña ha convertido el pleno del Congreso en una sucursal de la campaña, con críticas de ERC y JxCat al Gobierno de Pedro Sánchez y el estreno de Miquel Iceta como ministro de Política Territorial y blanco de las críticas.

Ha sido una sesión de control marcada por la convocatoria electoral catalana, pero también por el discurso insistente del PP colocando a Vox como "aliado" del Gobierno o del propio Ejecutivo acusando a los populares de ser ahora menos moderados que el partido de Santiago Abascal.

La pugna ha comenzado en el choque entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, durante la sesión de control al Ejecutivo.

Rufián ha advertido a los socialistas que "no van a convertir la Generalitat de Catalunya en un despacho de Moncloa" y ha lamentado que las elecciones se celebren el 14 de febrero por decisión de "sus jueces" para que al candidato del PSC, Salvador Illa, al que ha calificado de "yogur caducado", se le pueda votar ahora y no más tarde.

El jefe del Ejecutivo no ha dudado en entrar también en esta campaña y, aunque ha criticado a Rufián por traer "sus mítines" al Congreso, después le ha preguntado qué le molesta más, que Illa deje de ser ministro o que sea el candidato del PSC a la Generalitat.

Sánchez ve "contraproducente" que lo único que ofrezca el independentismo sea "más de lo mismo" y ha recordado que fue el Parlament quien convocó los comicios. "La responsabilidad de que se convoquen las elecciones el 14 de febrero es de ustedes y de JxCat, que fueron incapaces de ponerse de acuerdo", ha reprochado.

ICETA, BLANCO DE REPROCHES. El protagonista del resto de pugnas a cuenta de Cataluña ha sido el ministro de Política Territorial, Miquel Iceta, que se estrenaba este miércoles en el Congreso, tras debutar ayer en el Senado.

Iceta ha apelado al diálogo en lugar de la confrontación para resolver el conflicto catalán. Se ha definido como "nasío para pactar", aunque ha recibido numerosas críticas de los partidos independentistas.

Así, el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, le ha llamado "reaccionario" por escudarse en la ley para defender que Cataluña no se pueda pronunciar sobre su independencia y le ha dicho que, del mismo modo que no se puede proclamar una república con el 50 por ciento de la población en contra, tampoco se puede imponer una autonomía si no la quiere la mitad de la población.

Laura Borràs, candidata de JxCat a la Generalitat, ha recriminado a Iceta los reiterados incumplimientos con Cataluña y el "maltrato financiero" y ha denunciado un Gobierno "federalista que centraliza" y progresista "que no ha movido un dedo para detener la represión".

También PP y Cs han apuntado sus dardos hacia el nuevo ministro de Política Territorial, un día después de que los partidos del Gobierno de coalición apoyaran una propuesta de ERC para reactivar la Mesa de Diálogo después de los comicios.

"A estas alturas no engañan a nadie: sabido es por todos que el PSC y ERC son lo mismo", ha espetado la "popular" Macarena Montesinos, que considera al ministro como "el embajador" de la mesa de la autodeterminación, del "indulto a los golpistas".

Para la líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, lo que se reactiva no es la Mesa de Diálogo, sino la del "chantaje", pues serán objeto de debate la amnistía de los presos del "procès" y la independencia.

RIÑA ENTRE PP Y VOX. Las disputas entre adversarios políticos también se han dado a través de terceros. Es lo que ha buscado el presidente del Gobierno cuando ha atribuido más responsabilidad y sentido de Estado al líder de Vox, Santiago Abascal, que al presidente del PP, Pablo Casado.

Se refería el presidente a la abstención con la que Vox permitió aprobar el decreto sobre fondos europeos, que ha servido al PP para tachar al partido de Abascal de nuevo "socio" del Gobierno y de su "coalición Frankenstein".

"Unas veces les salva Otegi, otras Puigdemont y otras Abascal, porque este Gobierno nació con Podemos, creció con Bildu y ahora sobrevive gracias a Vox", ha denunciado el secretario general del PP, Teodoro García Egea, en su pregunta al vicepresidente segundo, Pablo Iglesias.

INFORME DEL CONSEJO DE ESTADO SOBRE LOS FONDOS. El PP y, posteriormente, Ciudadanos han sembrado sospechas sobre el decreto de fondos europeos porque el Gobierno no ha incluido el informe del Consejo de Estado, que según ambos partidos es "demoledor". Piden que se haga público y acusan al Ejecutivo de viciar la tramitación al "hurtar" el texto al Congreso.

El líder de la oposición, Pablo Casado, ha advertido en su pregunta en la sesión de control de que esta polémica es posible que mute en un "escándalo que puede anular el decreto".

"¿Qué quiere ocultar? ¿Qué voluntades quiere comprar?", ha interrogado Casado a Sánchez, sin obtener respuesta, como tampoco lo han logrado su portavoz en el Congreso, Cuca Gamarra, ni García Egea.

El Gobierno se ha defendido en los corrillos, donde fuentes del Ejecutivo han argumentado que, con independencia de que pueda hacerse público, no existe ninguna obligación para ello, ya que se trata de un informe solicitado por el Ejecutivo y a ese ámbito debe circunscribirse.

Sin entrar a comentar el contenido del dictamen, esas fuentes han manifestado que hay informes del Consejo de Estado que no tienen carácter vinculante, como es el caso, y que el Gobierno puede actuar sin seguir el criterio de esa institución.

El Gobierno ha reclamado que el PP haga una oposición útil y sin mentiras y ha enmarcado sus "soflamas" con una acusación, la de la portavoz del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero: "Lo que están es en la disputa del voto de la ultraderecha en Cataluña", ha denunciado.

Todos los grupos, salvo el PP, censuran las "mentiras" de Vox sobre la inmigración
Todo los grupos parlamentarios, salvo el PP, han censurado este miércoles en el Congreso el discurso y las "mentiras" de Vox sobre la inmigración en España y las consecuencias de este fenómeno y le han exigido que no fomente el odio ni genere alarma social en la sociedad.

Ha sido durante el debate de una moción consecuencia de interpelación urgente que ha defendido la diputada de Vox Rocío de Meer, quien ha acusado al Ejecutivo de "esconder un debate real que está en la calle", de "alentar la islamización de España" y de "abandonar y humillar" a los españoles y a los canarios, además de convertir al archipiélago "en una nueva Lampedusa".

Pero las acusaciones no han sido solo para el Gobierno; en la diana de Vox también han estado las ONG que rescatan inmigrantes en el Atlántico y el Mediterráneo.

"ONG que trafican por el Mediterráneo en el siglo XXI. La gente cree que son amiguetes buenistas que van a salvar a gente al mar y lo que sucede es que unos desalmados de unas mafias meten a gente en un barco y los lanzan al mar y envían señales a las ONG, que van a por ellos para llevarles no al puerto mas cercano, sino al puerto más europeo", ha dicho De Meer.

Invasión migratoria, amenaza para la seguridad nacional, progresiva islamización... son algunas de las afirmaciones esgrimidas por Vox que han rechazado los grupos parlamentarios en el Congreso, salvo el PP, que pese a no tildarlas de mentiras, ha considerado "un poco incoherente la dureza de la moción".

El diputado popular José Ortiz ha explicado que no tiene mucho sentido pedir las dimisiones de los ministros del Interior y de Migraciones "del mismo Gobierno que salvasteis la semana pasada" con la abstención en la votación de los fondos europeos, entre los que gestionarán "con absoluta libertad" los destinados a la inmigración.

Desde el PSOE, el diputado Luc Andre Diouf ha subrayado que con el discurso de Vox "se asoma la epidemia del odio, el racismo y la xenofobia" y les ha advertido: "Si no paran de envenenar con su odio, se romperá España y ustedes serán los culpables".

"Son profundamente irresponsables, solo quieren echar más gasolina al fuego, solo buscan crear alarma social, enfrentamiento y hacen discursos de buenos y malos por el color de la piel (...) Su moción solo destila odio y rabia al diferente", ha lamentado el diputado de Ciudadanos Miguel Gutiérrez.

La diputada de la CUP Mireia Vehi ha remarcado que el discurso de odio es el paso anterior a la violencia física y ha acusado a Vox de mentir "sistemáticamente", lo que, a su juicio, les responsabiliza "en parte de las agresiones que hay en la calle" contra inmigrantes.

Para Isabel Pozueta (Bildu) "no merece la pena" rebatir las "mentiras" vertidas ya que "son unos fascistas, racistas y xenófobos", mientras que el diputado del PNV Mikel Legarda les ha culpado de hacer "demagogia con una realidad que inventan o manipulan" y de agitar "pasiones profundas del odio en un juego inhumano de mentira y manipulación".

"Ustedes son un estercolero moral", ha recriminado a Vox el portavoz de Más País Íñigo Errejón, en tanto que la diputada de Unidas Podemos Isabel Franco ha alertado de la "enésima difusión de bulos y mentiras" de la formación que preside Santiago Abascal.

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