Este viernes se ha consumado el fracaso de Alberto Núñez Feijóo como candidato para presidir el país. El popular asumía la derrota antes de la votación, algo que se pudo observar durante su discurso previo, en el que ya anunciaba que negaría su apoyo a los socialistas en otra hipotética investidura.
A juzgar por él, solo quedarían ahora dos salidas posibles para esta situación: la constitución de un "gobierno de la mentira" o una repetición electoral, y ninguna sería "honrosa".
Lo cierto es que mucho se habló de mentiras durante la investidura –a uno y otro lado del hemiciclo–, pero Feijóo, en concreto, se refirió con esto a que Sánchez no habría pedido el "consentimiento" a sus votantes para sacar adelante asuntos como la amnistía o la autodeterminación y, por ende, no serían éticamente correctos.
La amnistía fue algo que tocó mucho el bloque popular, pero los socialistas rehusaron hablar de ella, algo que sí abordaron desde Sumar. Aquí destacó el diputado Enrique Santiago, que dedicó prácticamente toda su intervención de la investidura a hablar sobre este tema, explicando que constituye el final de un proceso de normalización.
Desde Esquerra y Junts continuaron hablando más sobre ella al conjunto de partidos durante el debate. Sin embargo, los socialistas apenas mencionaron la amnistía, parecían dar a entender así su intención de dejar cargar a sus socios con este "trámite", sin tener que mancharse las manos.
Por el momento, sólo queda esperar a los anuncios que vayan saliendo sobre este tema desde Ferraz, pero lo que está claro es que será un eje central de las negociaciones con los partidos catalanes. Durante este lunes y martes el Rey tendrá otra ronda de contactos para proponer a un nuevo candidato que, previsiblemente, será Pedro Sánchez, por lo que no es descabellado pensar que salga más información sobre este asunto durante las próximas semanas. De investiduras y amnistías aún queda para rato.
