El Gobierno cree que Cs cayó en la trampa del PP y Casado critica el tono "mitinero" de Montero

El partido de Inés Arrimadas  reclama que se elimine la enmienda que suprime el castellano como lengua vehicular y un compromiso escrito de que no habrá referéndum en Cataluña
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, durante su intervención en el pleno de Debate de totalidad del Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado. EUROPA PRESS
photo_camera La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, durante su intervención en el pleno de Debate de totalidad del Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado. EUROPA PRESS

El Gobierno de Pedro Sánchez considera que el problema con la posición de Ciudadanos respecto a los presupuestos no lo tiene el Ejecutivo, sino el partido de Inés Arrimadas, que a su juicio ha caído en la trampa que le ha tendido el Partido Popular. 

Esa es la visión que tienen en Moncloa del giro dado por Cs, que ha encarecido su respaldo a los presupuestos marcando distancias con las exigencias del independentismo catalán y ahora reclama que se elimine la enmienda que suprime el castellano como lengua vehicular y un compromiso escrito de que no habrá referéndum en Cataluña. 

La trampa tendida al partido naranja incluiría, según fuentes del Ejecutivo, la contratación del exlíder de Ciudadanos Albert Rivera por parte del PP, en un momento en el que, aseguran, Cs reconoce tener presiones. 

El Ejecutivo lamenta el fondo del debate y que los grupos acudan al veto presupuestario -como ha hecho el PP presentando una enmienda a la totalidad a las cuentas- en un momento de pandemia y desempleo. 

Son muy críticos con la postura del Partido Popular, a cuyo líder, Pablo Casado, ha criticado duramente la ministra de Hacienda María Jesús Montero durante el debate presupuestario iniciado este miércoles en el Congreso de los Diputados. 

Ante una "situación única", el Gobierno defiende la necesidad de que todo el mundo ayude y, sobre Casado, consideran que al ir de frente con una enmienda la totalidad pierde la institucional y dice no a participar en una ley, la de presupuestos, donde todos los grupos pueden colocar partidas. 

Moncloa censura el rechazo del PP en una coyuntura de crisis y desempleo. Sin embargo, creen que hay capacidad de negociar con todos los que quieran estar y dialogar. 

Tras las críticas por el respaldo de Bildu, desde el Gobierno defienden la búsqueda de acuerdos por la necesidad de hacer frente a la coyuntura con dinero y no con discursos, pues la actual mayoría orgánica trabaja con los presupuestos prorrogados de un partido, el PP, que ha perdido las elecciones. 

El sí de Bildu ha agravado las críticas del Partido Popular a Sánchez. Los populares quieren resaltar las diferencias en el seno del PSOE y se preguntan qué harán los diputados socialistas por Extremadura después de que el presidente extremeño Guillermo Fernández Vara haya asegurado que es "doloroso" ver que Otegi es clave para decidir los presupuestos. 

La dirección del PP afea que el Gobierno no haya entregado "ni un papel" para negociar los presupuestos y solo quieran dialogar con la oposición la renovación del Consejo General del Poder Judicial, mientras que sí se han sentado con Bildu para pactar los presupuestos. 

En Génova muestran además su sorpresa por el tono bronco, lo califican de "mitinero", de la ministra de Hacienda frente a un Casado quien por contra, subrayan, ha acudido al Congreso la posición institucional que exige la crisis sanitaria.

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