Un escape de gas durante una revisión, principal hipótesis del suceso

Se baraja que la explosión se desencadenó a raíz de un problema de la caldera del inmueble
Servicios de emergencia desplegados en la zona. DAVID FERNÁNDEZ (EFE)
photo_camera Servicios de emergencia desplegados en la zona. DAVID FERNÁNDEZ (EFE)

Una explosión de gas se perfila como la causa del derrumbe del edificio en la calle Toledo de Madrid en el que han muerto al menos dos personas, según Emergencias Madrid.

El alcalde de la capital, José Luis Martínez Almeida, que desplazó hasta la zona, al igual que la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, y el delegado de Gobierno en Madrid, José Manuel Franco, ha apuntado también a la explosión de gas como posible causa de la explosión.

Por su parte, la Policía Nacional descartó también un artefacto explosivo o un atentado como causa de la deflagración. Las primeras hipótesis apuntan que la explosión se ha producido "de dentro hacia afuera" y se baraja que se debió a un problema de la caldera del inmueble que en ese momento estaba siendo revisada y explotó. Luego, como consecuencia del gas almacenado se produjo una segunda deflagración, la más importante.

De hecho, uno de los dos afectados por el suceso podría ser un joven electricista. Además, todavía se está buscando a una persona, concretamente a un sacerdote que vivía en ese complejo parroquial, según trasladan fuentes de la investigación.

Almeida ha dicho a los medios en el lugar de los hechos que el origen podría ser una explosión de gas en las viviendas de la parte superior del edificio del número 98 de la calle Toledo, en el centro de la capital, donde está ubicado el centro parroquial de la Iglesia de la Virgen de la Paloma.

Además, ha informado de que el interior del edificio está ardiendo pero "no es prudente intervenir" porque si se apaga el fuego podría producirse un embalsamiento de gas que podría afectar a su estabilidad y estructura.

La explosión ha afectado al menos a cuatro plantas del número 98 de la calle Toledo, en el que, según han indicado fuentes del Arzobispado de Madrid, residen sacerdotes.

Se trata del centro parroquial de la Iglesia de la Virgen de la Paloma, que queda detrás. Según la web de la parroquia, incluye los despachos, un centro de acogida de Cáritas, ocho salas de reuniones, un salón y tres viviendas para sacerdotes.