Mabel Loza: "La innovación abierta para descubrir fármacos es una realidad mundial"

Esta catedrática de Farmacología y responsable del grupo de investigación BioFarma de la Universidade de Santiago codirige la primera incubadora de fármacos de España, un fruto de la cooperación público-privada que posiciona Galicia en el mapa europeo del sector.

Mabel Loza, patrona de la Fundación Kaertor, impulsora de la incubadora de fármacos I2D2. EP
photo_camera Mabel Loza, patrona de la Fundación Kaertor, impulsora de la incubadora de fármacos I2D2. EP

De la alianza de la Fundación Kærtor –que Mabel Loza impulsó con el experto en genética Ángel Carracedo y con José Arnau, uno de los hombres de confianza de Amancio Ortega– con la Xunta y la farmacéutica Janssen nació en 2017 la primera aceleradora de medicamentos de España. Tras un primer cribado, hoy trabaja en tres proyectos para desarrollar tratamientos contra el cáncer de hígado, el alzhéimer y el párkinson y aguarda abrir este año una nueva ronda de selección, aunque la fundación ya "incuba" más programas con otras compañías.

¿Cómo funciona la incubadora?
Acelerando la llegada de nuevos tratamientos farmacológicos a fases preclínicas. Funciona en tres fases. La primera es la llamada de expresiones de interés de investigación en nuevos mecanismos de la enfermedad. La segunda es la selección de investigación disruptiva aplicable a nuevos fármacos transformacionales para necesidades terapéuticas no resueltas. Este proceso se hizo a través de los comités de expertos internacionales de Kærtor y movilizó a más de 60 personas de todos los ámbitos del descubrimiento de fármacos. Por último, la tercera fase es la incubación y aceleración para llevar a cabo una hoja de ruta dirigida en hitos orientados a llegar a candidato a fármacos para los nuevos mecanismos terapéuticos.

¿En qué punto se encuentran los tres proyectos elegidos para desarrollar tratamientos contra el cáncer hepático, el párkinson y el alzhéimer?
Están los tres adelantados, cumpliendo los hitos de la fase de incubación y aceleración. Hay moléculas ya en pleno avance, lo cual es extraordinario, porque en esta investigación temprana son programas arriesgados y con alta probabilidad de fallo.

¿Hay experiencias parecidas fuera?
Sí, en la era del descubrimiento de fármacos en la que estamos, este modelo de hubs de innovación abierta, sumando los esfuerzos de todos para cubrir las brechas y avanzar más deprisa, creando ecosistemas que acumulan conocimiento y capacidades, son una realidad internacional. En el Reino Unido el proyecto Apollo Therapeutics aúna el esfuerzo de tres farmacéuticas y tres universidades en un modelo financiero para la transferencia inversa con 40 millones de libras de financiación. Otros hubs muy importantes son el Goteborgbio en Suecia, FlandersBio en Bélgica y el CRDR en Canadá. En España, hasta ahora, no se había iniciado este modelo de innovación abierta en descubrimiento de fármacos.

A la convocatoria de 2017 concurrieron 157 proyectos de España y del extranjero. Hubo un gran interés...
Sí, en el primer mes tuvimos 157 expresiones de interés. Creo que fue porque el ecosistema estaba maduro para esta iniciativa y teníamos el precedente del proyecto Innopharma con el que habíamos generado credibilidad por el éxito de los programas incubados.

Contratamos a 12 personas de alta cualificación para el I2D2; varios son retornados con experiencia fuera de Galicia

¿Qué condiciones reunieron los tres proyectos para ser elegidos?
Ser seleccionados por nuestro comité de expertos para el catálogo y, después, que encajasen en las dianas terapéuticas de Janssen.

La incubadora I2D2 inició su andadura con un presupuesto de 2 millones. ¿Han logrado incrementar esos fondos que parecen algo escasos teniendo en cuenta los recursos que precisa la investigación?
Tiene razón, resultaba poco predecible llegar hasta aquí con un presupuesto tan bajo. Pero llevamos 20 años optimizando la eficiencia para sobrevivir, venimos de la academia. 

Entre los impulsores están, además de la fundación, la Axencia Galega de Innovación y Janssen. ¿Qué papel juega la multinacional?
Las tres instituciones jugamos un papel crucial. Sólo es posible algo así con gobiernos que tienen la visión y el conocimiento; una estructura financiera flexible que acumule la especialización, como fue la recién creada Fundación Kærtor, y una farmacéutica con experiencia en apostar por la innovación abierta. En este caso, Janssen es la primera firma mundial y cree en la fórmula para generar fármacos transformacionales. Eso hizo realidad la transferencia inversa: asegurar la conexión desde el principio con la empresa, que es el último eslabón que hace realidad que se lleven los fármacos a los pacientes.

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