El anglicismo fintech (tecnología financiera) se utiliza para describir las nuevas tecnologías que buscan mejorar y automatizar la prestación y el uso de servicios financieros. Se emplea para denominar a todas aquellas iniciativas comerciales destinadas a ayudar a las empresas, propietarios de negocios y consumidores a administrar mejor sus operaciones, procesos y gestiones financieras mediante el uso de software y algoritmos especializados que se explotan en aplicaciones móviles o en plataformas web. Bajo el paraguas fintech se enmarca una gran variedad de actividades financieras, como las transferencias de dinero instantáneas, la realización de inversiones sin necesidad de contar con ayuda humana, los proyectos basados en tecnología de cadena de bloques, la obtención de préstamos sin tener que pasar por un banco o la posibilidad de recaudar dinero para la creación de un negocio (crowfunding).
Al calor de esta gran revolución se han consolidado empresas fintech internacionales de la talla de eToro, que lleva desde 2007 apostando por innovar un segmento tan importante de las tecnofinanzas como el del trading online y social. Permite acceder desde cualquier dispositivo conectado a internet a los principales mercados de acciones y de divisas del mundo, con una interfaz de usuario accesible y el respaldo de los principales organismos de regulación del mundo. Sin duda, se trata de hueso duro de roer para cualquier posible fintech española que trate de plantarle cara. Y este es solo un ejemplo de como, desde el extranjero, las iniciativas empresariales fintech nos llevan varios años de ventaja: brókeres, robots de inversión, soluciones de pagos internacionales, neobancos, soluciones blockchain, etc.
¿Dónde se sitúa, pues, España en todo esto? Es una pregunta interesante a la que vamos a tratar de responder a continuación. También trataremos de hacer una breve análisis de dónde se sitúa el sector fintech español en comparación con los principales países desarrollados. ¡Comenzamos!
España, el interés por la industria fintech comienza a despertar
Nuestro país ha acostumbrado históricamente a llegar con cierto retraso a los grandes cambios del tejido empresarial. Por fortuna, parece que la iniciativa española ha escarmentado de errores del pasado y está apostando decididamente por la revolución fintech. Son ya un buen puñado las empresas fintech que han nacido en los últimos años al calor del entusiasmo de directivos jóvenes con ganas de triunfar en los nuevos negocios. A continuación expondremos brevemente algunos ejemplos de startups fintech de éxito que están en condiciones de competir en los mercados internacionales.
Comenzaremos hablando de Finizens, una compañía fintech especializada en la gestión de patrimonios mediante el uso de un enfoque de inversión pasiva. Apuesta por la inclusión de fondos indexados gestionados por una aplicación que elimina intermediarios y abarata el coste de invertir en los principales mercados. Además, brinda consejo especializado en función del perfil de usuario registrado. Tiene potencial para dar el salto a los principales mercados internacionales, a tenor del éxito registrado en España: 6000 usuarios este año y creciendo.
Continuamos hablando de Housers, una de las fintech españolas que más proyección internacional está teniendo. Permite invertir como un gran inversor institucional con prácticamente cualquier capital: es la democratización del mercado inmobiliario gracias a la tecnología. Su plataforma permite acceder a una inversión colectiva en grandes inmuebles con los que obtener luego suculentas rentabilidades en concepto de alquiler, que se reparten proporcionalmente. Housers ha conseguido dar el salto de España a Portugal e Italia.
Cerramos esta breve selección de gigantes del sector fintech español con Fintonic, solución dedicada a la gestión de las finanzas personales. Su plataforma permite a los usuarios tener acceso desde cualquier dispositivo móvil a todo tipo de servicios financieros de manera totalmente centralizada. Los usuarios consiguen así las mejores ofertas gracias al algoritmo de esta fintech que se sirve de la agregación de datos. Fintonic presume ya de una presencia consolidada tanto en España como en Chile y en México.
El mercado fintech español frente al resto de potencias desarrolladas
En su conjunto, la inversión conjunta en iniciativas fintech españolas como las que hemos mencionado en el apartado anterior alcanza los 108 millones de euros y hace de España el quinto país europeo en lo que a inversión fintech se refiere. En Europa, solo se sitúan por delante Reino Unido (que lidera la inversión con 1277 millones de euros), Alemania, Suecia, Francia y Suiza, según datos de FinTech Global. No puede decirse que el mercado fintech español ocupe una mala posición. ¿Pero qué países lideran la clasificación mundial? ¡Veámoslo a continuación!
La prestigiosa empresa de información financiera Thomson Reuters ofrece datos actualizados sobre los principales focos de atracción fintech mundiales a partir de datos facilitados por la Universidad de Lucerna tras una ponderación de las dimensiones políticas, económicas, sociales y tecnológicas. Por desgracia, España no aparece en la clasificación. El ránking lo lidera Singapur y le siguen Suiza, Reino Unido, Países Bajos, Canadá, Suecia, Estados Unidos, China, Alemania y Australia, por ese orden. La lectura que podemos hacer es la siguiente: España está posicionándose a nivel europeo como un polo de atracción fintech pero todavía no ha conseguido despuntar en la liga mundial.
Hay, no obstante, un motivo que invita al optimismo sobre el progreso de nuestro sector fintech: la legislación sandbox. Si el probable fin del bloqueo político nacional lo permite, España podría promulgar la Ley sandbox, cuyo anteproyecto ya ha sido aprobado por el Consejo de Ministros. Esta novedosa ley les ofrecería a las empresas españolas un espacio de pruebas controlado en el que poner a prueba nuevos modelos de negocio que todavía no estén bajo el paraguas de ninguna normativa existente.
En conclusión, las empresas españolas fintech comienzan a brillar con luz propia en los mercados internacionales, especialmente en el europeo. Si bien todavía no logran situarse en las posiciones altas de la clasificación mundial, tanto las autoridades como los empresarios españoles están esforzándose por situar a nuestro sector fintech a la vanguardia mundial con medidas políticas interesantes para brindar seguridad jurídica, atraer talento y captar inversiones.
