Crecer con lo más pequeño

La gallega Nanoimmunotech se acerca al décimo aniversario ultimando lo que será un "salto": el lanzamiento al mercado de su tecnología con nanosensores que detecta salmonela en pollo

Un laboratorio de Nanoimmunotech. EP
photo_camera Un laboratorio de Nanoimmunotech. EP

Lo que hace Nanoimmunotech no se ve a simple vista, aunque cada vez sea más. Es necesario un microscopio electrónico para hacer visibles al ojo humano las nanopartículas que fabrica y vende esta empresa gallega, empeñada en hacer cosas grandes con lo más pequeño. Así es que, en el año de su décimo aniversario, está "a punto" de lanzar también al mercado su propia tecnología y de dar con ella "un salto exponencial" en el negocio, empezando por aplicarla a la seguridad alimentaria para detectar —y rápido— la presencia de salmonela en carne de pollo en la industria. Y apunta ya mucho más allá, porque el "gran objetivo" de esta biotecnológica pasa por trabajar en el diagnóstico humano.

Allí ve buena parte de su futuro esta spin off que asume que su caso es "un poco singular" porque nació de dos universidades, las de Vigo y Zaragoza. Sigue teniendo instalaciones en ambas ciudades, y también en Madrid, entre las que se reparten los 23 profesionales de su equipo. Son el fruto de "un goteo" de incorporaciones a ese proyecto que nació con cinco socios y se levantó sobre el conocimiento que generó la colaboración entre los grupos universitarios. Con esa base, consiguió consolidarse en plena crisis económica y sumar apoyos para no dejar de crecer en un sector en el que sus responsables aseguran que "por supuesto" que hay negocio. Eso sí, los proyectos son de "maduración lenta".

"Ahora tenemos una familia de patentes importantes, con un alto valor tecnológico. Y eso nos ha permitido estar vendiendo en 46 países, que no es poco", explica el CEO de Nanoimmunotech, Christian Sánchez Espinel, uno de los socios fundadores. Basta con ir a su web para comprar las nanopartículas y kits de conjugación para su aplicación, que han sido la base de su actividad. Hasta ahora. Hace años que trabaja para llevar al mercado un biosensor y está a punto de hacerlo, porque tiene madura su "tecnología estrella", Heatsens.

La empresa, que sitúa en el diagnóstico humano su 'gran objetivo', ha sido distinguida por Bioga como la biotech más competitiva en 2018

La clave son unas de sus nanopartículas, nanoprismas de oro, que actúan como "chivatos" para detectar desde bacterias hasta unas células determinadas, porque llevan asociadas moléculas que se unen a lo que se esté buscando. Así que las aplicaciones son múltiples. Con esta herramienta, Nanoimmunotech ha dado pasos sobre "tres patas": el diagnóstico humano, la seguridad alimentaria y el medio ambiente. En la primera tiene puesto el "foco" y la segunda es en la que estrenará la tecnología en el mercado, muy pronto.

LANZAMIENTO. Como explica Sánchez Espinel, a inicios de este año se instalarán en industrias alimentarias los primeros equipos, preparados para detectar salmonela en carne de pollo y hacerlo en menos tiempo del habitual ahora, "aproximándonos a la jornada laboral". Tras los controles internos y el proceso de certificación, la firma —con proyectos con varias empresas agroalimentarias— prevé poder estar vendiendo el equipamiento en 2020.

La tecnología de Nanoimmunotech también se ha puesto a prueba en el área ambiental, para revelar contaminantes en aguas residuales en Baiona, por ejemplo. Y en el sanitario, en colaboración con dos empresas gallegas que disponen de moléculas para localizar células cancerígenas en la sangre, que se pueden unir a nanopartículas.

Lo que quiere hacer la biotecnológica se centra más en el diagnóstico y está por desvelar, aunque ya trabaja en alianzas con terceros. Con lo que sea, seguirán creciendo las nanopartículas. Aunque no se vean, están presentes en "unos 1.800 productos que llegan al consumidor", hasta en raquetas.

Casi 9 millones en apoyos a fondo perdido
Conecta Peme, Innterconecta, Neotec o Instrumento Pyme, que es la «Champions League de los proyectos europeos para empresas de este tamaño». Todos son programas a través de los que Nanoimmunotech ha recibido financiación pública para el desarrollo de sus proyectos, y reunir ese currículum de apoyos no resulta nada fácil. En total, casi 9 millones de euros "a fondo perdido", calcula Christian Sánchez Espinel, convencido de que sin los proyectos "muy difícilmente" estarían en el "estado de madurez actual".

Con gran competencia en la solicitud de proyectos, y en un sector en el que las empresas tienen "un consumo de caja muy elevado", son necesarias más vías de financiación. Y "lo ideal" —que no fácil— sería contar con un inversor privado "que apuesta por ti, cree en lo que haces y quiere crecer contigo". Nannoimmunotech lo tiene. Es Droco Riberas, un ‘family office’ que se incorporó a la empresa hace años y "fue un ángel total". La firma gallega está ahora en medio de una ampliación de capital, "para dar el siguiente salto".

Con ese historial y futuro, el Clúster Tecnolóxico Empresarial das Ciencias da Vida de Galicia (Bioga) entregó en noviembre a Nanoimmunotech el premio a la empresa biotech más competitiva 2018. Destacó su expansión internacional, competitividad y generación de empleo.

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