Sabe adonde viene. Dos años le esperan a Alberto Riquer para reforzar a un equipo que va a más, el Pescados Rubén, un equipo que se prepara para disputar la tercera temporada consecutiva en la Primera División, la máxima categoría del fútbol sala español.
Riquer, un joven entrenador que es una de las grandes leyendas de su deporte como jugador, firmó ayer su contrato con el equipo de Burela y, de seguido, fue presentado oficialmente al lado del presidente de la entidad, Manuel Blanco. Para el que fuera internacional español en su día y un jugador muy querido por la afición del Azkar Lugo, fichar por el Pescados Rubén fue "una decisión fácil", dijo.
"Desde el primer momento que surgió la posibilidad me mostré con interés y ganas. No es solo la posibilidad de estar en Primera División en España, en la mejor Liga del mundo, sino que Burela tiene gran prestigio como club, tanto jugadores como entrenadores. Conocemos su seriedad y sabemos que es una entidad en la que se puede trabajar con buenos medios", explicó el nuevo técnico del Pescados Rubén.
Alberto Riquer, que debuta en los banquillos españoles tras su paso por los de Japón (Bardral Urayasu en 2018) e Italia (Feldi Eboli, de la Serie A italiana en 2020, con el que disputó la final de la Copa de Italia y la final four por el título liguero), llega al equipo de Burela con el objetivo de ayudar a "dar continuidad al proyecto". "Este es un buen punto de partida, comenzar a trabajar con una base consolidada. Tenemos buenas posibilidades y ahora lo que falta en ponernos cuanto antes manos a la obra", explicó.
El nuevo entrenador del Pescados Rubén también reconoció que llega con un sentimiento de "responsabilidad" y reconoció que está deseando conocer de cerca a una afición de Vista Alegre que, reconoció, en su día lo sufrió. "Yo sufrí esa presión de la grada como rival en mis años como jugador y ahora espero sentir a favor ese apoyo. Es uno de los puntos de referencia de Burela, la Bancada Laranxa", aseguró Alberto Riquer.
Cinco temporadas en Lugo
Buena parte de su carrera como jugador la pasó por Lugo, en el Azkar Lugo, en el que actuó durante cinco temporadas, de 2004 a 2009.