Ricardo Úriz: "Vinimos aquí para asumir los momentos difíciles"

Fue el destino, la experiencia o la voluntad, o quizás una mezcla de las tres cosas loque permitió a Ricardo Úriz liderar al Breogán a la consecución de su segunda Copa Princesa. La última vez que los lucenses habían levantado el trofeo fue una década atrás, en Zaragoza, en 2008, con un triple de Zach Morley en el último instante para ganar 94-91 al Alicante. El pasado sábado el conjunto lucense padeció lo indecible en un encuentro duro, en el que surgieron jugadores como Úriz y Guille Rubio para llevar al equipo al éxito.

El base navarro es de los que no eluden la responsabilidad, de los que jamás le quema el balón en el "clutch time", cuando todo se decide. Como a Guille Rubio, nombrado MVP de la final.

"Cuando vinimos aquí lo hicimos con la finalidad y el objetivo personal de asumir los momentos difíciles. Cuando las cosas van bien todo es más fácil, pero cuando las cosas van mal es cuando uno quiere dar el máximo. Estoy contento por haber ayudado el equipo", declaró Úriz.

Ganar ante un rival como el Manresa siempre da energía y confianza para el tramo final de la Liga

En un duelo que se complicó en la segunda mitad, el Breogán sacó su fortaleza mental cuando más lo necesitó. "Creo que la diferencia entre los equipos era mínima. Lo raro era lo que había pasado en la primera parte. Ellos en la segunda optaron por darlo todo, no tenían nada que perder, ellos se encontraron más cómodos, ganaron en confianza, anotaron muchos tiros difíciles y poco a poco fueron metiéndose en el partido. Llegamos con las fuerzas justas pero jugamos bien el último tramo de partido. A pesar de que fue un cara o cruz el equipo se jugó la victoria", relató el jugador navarro.

Para Ricardo Úriz esta Copa Princesa es especial. Su hermano Míkel perteneció a aquella plantilla celeste que ganó en Zaragoza en la campaña 2007-2008. El nombre de la familia quedará unida para siempre a un título especial en una ciudad que vive para el baloncesto. "Da la casualidad que mi hermano consiguió la única Copa que tenía el Breogán. Él estaba en aquel equipo que ganó en Zaragoza, aquella que se ganó con el triple de Zach Morley, y ahora se da la casualidad de que yo estoy en esta, con lo que estoy muy contento y orgulloso de que en las dos copas del Breogán haya un Úriz".

"No sé si le pondrán nuestro nombre la Pazo (bromea), pero lo que sí sé es que estoy muy contento por cómo ha ido la final y el trofeo. Estoy muy feliz", valoró Ricardo.

Se nota lo unidos que estamos en el campo. Se nota que el grupo tira para adelante y que es muy ambicioso

En la consecución de la segunda Copa Princesa de su historia tuvo mucho que ver el público del Pazo. "Quería agradecerle al público su apoyo, porque los aficionados nos ayudaron muchísimo. Estuvieron en lo bueno y en lo malo. Crearon un ambientazo en el Pazo y nos ayudaron a que ganáramos la Copa".

El triunfo del sábado le permitirá al Breogán contar con un extra de confianza para afrontar el tramo final de la temporada. "Ganar ante un rival como el Manresa siempre da energía y confianza. Sabemos que las diferencias son mínimas, por lo que cualquier despiste se paga caro. Lo que queremos es acabar lo mejor posible la temporada".

En el caso de que el club lucense no acabe en el primer puesto de la LEB, el triunfo en la Copa Princesa le otorgará el factor cancha en el play off. "Aquí nos sentimos con mucha confianza y muy contentos. Aquí nos ayudan muchísimo y, por ahora, podemos decir que el Pazo es un fortín", valoró.

Por último, el base afirmó que el vestuario es una de las claves del éxito. "Se nota lo unidos que estamos en el campo. Se nota que hay un grupo que tira para adelante y que es muy ambicioso".