El calor, la escasez de piezas y la preocupación por la aparición de casos de mixomatosis marcaron la apertura de la temporada de caza 2018-19. La adversidad de la climatología y la sospecha de la enfermedad no supuso un freno para miles de cazadores que salieron a los montes y tecores lucenses para disfrutar de apertura del curso cinegético.
La preocupación de los cazadores en este estreno del curso se centra en las sospechas del rebrote de una enfermedad como la mixomatosis, una afección vírica mortal para los conejos y que se caracteriza por la aparición de tumefacciones en la piel y en las mucosas. Los síntomas externos aparecen principalmente en la cabeza y en los genitales del animal, y la muerte se ocasiona en un período cercano a los trece días. No es peligrosa para el hombre.
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