El centro del universo rojiblanco sobre el verde. El origen del juego, el último impulso hacia el área contraria y una importante línea de contención hacia la propia. El medio del campo del Lugo será la clave para el equipo que quiere construir Pedro Munitis. Será fundamental para que el rendimiento de los lucenses le permita al club del Ángel Carro brillar en la Primera RFEF y ser una opción seria al ascenso a la Segunda División.
El centro del campo rojiblanco aunará la juventud de talentos como Thiago Ojeda, Nacho Quintana o Sabit Abdulai con veteranos curtidos en el fútbol profesional español como Sergio Aguza.
Los extremos buscarán liderar el aporte de desborde y llegada, calidad y espectáculo, velocidad y asistencias, sin menoscabar su capacidad para hacer goles desde la segunda línea.
Entre todos, por dentro y por fuera, intentarán que el Lugo sea un equipo con las ideas claras, versátil y difícil de superar.
Desde la dirección deportiva encabezada por David Peláez se buscó que el equipo tuviera la capacidad de jugar de distintas maneras. Que tuviera la opción de lanzar contras rápidas, de conducir con seguridad y celeridad y alcanzar zonas de finalización, pero también tener la pausa suficiente para combinar y dominar un partido desde la posesión de la pelota y la asociación en el centro del campo.
Para ello confiaron en futbolistas como Sabit Abdulai, Sergio Aguza, Nacho Quintana y Thiago Ojeda.
Con el pivote ghanés cedido por el Getafe, Pedro Munitis tendrá el pulmón que quiere para barrer todo lo que pase cerca del círculo central.

Sabit será fundamental en la presión a la sala de máquinas rival, en anular la medular ajena, en robar balones y pelear frente a los mediocentros contrarios.
Junto al trabajo de contención del futbolista africano, el Lugo tendrá a un veterano capaz de amarrar el círculo con su veteranía y saber estar.
Sergio Aguza lleva 14 temporadas entre la Segunda B, Primera RFEF y Segunda División. Casi 300 partidos de experiencia que comenzaron en la cantera siempre de calidad como es la del Real Madrid.
Por sus botas pasaron los balones del filial blanco, la Ponferradina —en dos etapas—, el Alcorcón, el Córdoba, el Cartagena, el Sabadell (donde coincidió con Munitis) y, el curso pasado, el Murcia.
En todos dejó impronta de su talento para mandar en el centro del campo, en abarcar terreno gracias a su inteligencia, pero también de su buen disparo y sus llegadas cerca del área.
El de Sant Boi de Llobregat suele sumar goles a la lista de sus equipos, por lo que será un arma a emplear por parte de Munitis.

Nacho Quintana y Thiago Ojeda son dos jóvenes volantes que facilitarán la construcción ofensiva rojiblanca sin desdeñar el esfuerzo para tapar espacios.
Los dos llegan para ayudar en tareas de construcción. Los dos intentarán tener el balón y avanzar con él, ser verticales, evitar ser previsibles y acelerar el juego cerca del área contraria, donde más peligro se crea.
De su capacidad para llegar y asistir a los puntas, de ver las diagonales desde fuera de los extremos o acabar ellos mismos con un disparo a puerta dependerá que el Lugo sea más eficiente en su ataque.
Quintana y Ojeda intentarán encontrar también a los extremos. En ese puesto brilla Víctor Narro, el gran nombre de la línea para esta temporada.
El futbolista prometía ser una referencia cuando formó parte del filial del Valladolid. Firmó por el Deportivo, donde no acabó de cuajar, y fue cedido en el mercado invernal pasado al Atlético Baleares de Mallorca.
Ahora llega al Ángel Carro con la vitola de talento por explotar. Su velocidad, habilidad con el balón y su buena finalización lo convierten en una de las principales armas del conjunto lucense.
El balear tendrá que asumir más responsabilidades tras la marcha de Jaume Cuéllar al filial del Barcelona, confirmada este mismo sábado. Sin el internacional boliviano, el CD Lugo pierde capacidad para el desborde, el regate y el pase.
El último hombre que peleará por un puesto en el ataque exterior del Lugo será un Idrissa Thiam que se ganó un puesto en el primer equipo tras estar a caballo entre el Polvorín y el Lugo la pasada temporada.
El mauritano intentará dar otro salto y, tras el de encontrar el camino del primer equipo desde el filial, contar con muchos minutos esta temporada.
Para ello, el internacional por Mauritania no querrá tener el cartel de revulsivo durante los meses que dure la campaña del Lugo.
Sus virtudes lo hacen acreedor a ese rol en el equipo. Rápido, eléctrico, caótico y con una capacidad para ser indetectable, Idrissa querrá ser un futbolista referencia para Munitis.
El africano tuvo protagonismo en la pretemporada, en la que se sintió importante e incluso logró hacer goles. Ahora deberá repetir en la Primera RFEF.