Prado: "Me gustaría que mi título sirviese para hacer de Lugo cantera de nuevos pilotos"

Flamante campeón del mundo de la categoría MX2, el lucense ha dejado de ser una promesa para convertirse en uno de los miembros más precoces de la élite del motocross internacional

Desde que con apenas cuatro años empezó a despuntar en pruebas regionales de trial, Jorge Prado siempre ha destacado por su precocidad y habilidad sobre las dos ruedas para convertirse, con solo 17 años, en el primer piloto español en ganar el Mundial de MX2. Pero a pesar de ser ya uno de los deportistas españoles que atesora uno de los mejores palmarés a nivel internacional, el lucense no ha perdido ni un ápice de aquella sencillez, humildad y desparpajo que de pequeño encandilaba casi tanto como su pilotaje.

Con el título de MX2 ya en la vitrina, supongo que los objetivos que tenía para este año están sobradamente conseguidos.
Estoy muy satisfecho de como se ha desarrollado esta temporada. Físicamente estoy en un excelente momento, me encuentro muy cómodo sobre la moto y encima me han acompañado los resultados hasta conseguir el título de campeón del mundo. Sin duda, estoy satisfecho.

Además, ha hecho historia al ser el primer piloto español en ganar el Mundial en una de las dos principales categorías del motocross internacional.
Si, estoy muy orgulloso de ello y de ser, además, uno de los pilotos más jóvenes de la historia de este deporte en conseguirlo.

Rubiás. "A nivel de trazado y de exigencia técnica sería un circuito apto para el Mundial. Es una pena que esté casi abandonado"

¿Cree que a nivel mediático, los logros conseguidos han tenido la suficiente repercusión?
El motocross es una disciplina en la que los pilotos españoles nunca han logrado destacar demasiado a nivel internacional y eso quizá le ha restado repercusión en los medios. Me gustaría que este título sirviese para cambiar esta situación y popularizar más esta disciplina en España.

Su título de este año es, en todo caso, fruto de un trabajo que viene de muchos años atrás.
A nivel físico, esta temporada he dado un gran paso adelante y eso ha sido fundamental para ser competitivo en carrera. Pero el título es fruto de muchos años de trabajo y, sobre todo, de un gran esfuerzo a nivel familiar, en el que tanto mis padres como mi hermana renunciaron a su proyecto de vida en Lugo para darme la oportunidad de seguir creciendo como piloto.

Una situación familiar que incluso este año fue más complicada.
Fue complicado en su momento adaptarse a vivir a Bélgica —la familia se trasladó a vivir a ese país en 2011— y este año aún lo fue más, ya que mi madre y mi hermana siguen viviendo en Lommel y yo y mi padre pasamos la temporada en Italia, que es donde tiene la sede mi equipo. Estar así repartidos no es una situación demasiado bonita, pero es la que nos toca vivir y espero que en un futuro cercano nos la podamos replantear.

Ya que habla de futuro, ¿cómo se plantea la próxima temporada?
El objetivo principal para el próximo año es revalidar el título de MX2.

¿Será más fácil conseguirlo, una vez que el que fue su máximo rival este año, Paul Jonass, ya ha confirmado su salto a la categoría MXGP?
Nunca es fácil. En la parrilla hay pilotos de gran nivel y siempre puede aparecer algún piloto joven que dé la sorpresa. Lo único que puedo asegurar es que daré lo máximo para poder revalidarlo.

¿En qué medida lo que suceda en 2019 marcará su futuro?
Los planes de futuro están muy definidos. Yo de momento tengo contrato con el equipo KTM Carli Racing hasta 2021 e independientemente de lo que suceda la próxima temporada lo único cierto es que en 2020 daremos el salto a MXGP, la máxima categoría del Mundial.

A pesar de irse de Lugo siendo todavía un niño, ¿qué vínculos mantiene con la ciudad?
Cuando dejamos Lugo fue una decisión muy difícil para toda la familia, pero era una oportunidad única para seguir creciendo como piloto. En todo caso, es aquí en donde están mis raíces, es donde viven mis abuelos y otros familiares directos, los que fueron mis compañeros de colegio... Siempre que podemos regresamos aquí.

Futuro. "El objetivo para el próximo año es revalidar el título, pero suceda o no, en 2020 daré el salto a la máxima categoría"

Muchos de estos familiares y amigos se desplazaron a Imola para ser los primeros en felicitarle tras la última carrera del año. ¿Qué sintió?
Una felicidad enorme. Fue una gran suerte poder abrazar a mi abuelo nada más bajarme de la moto y sentir el calor cercano de tantos amigos que hacía tiempo que no veía. Es cierto que con el título vinieron también muchas otras felicitaciones de gente a la que admiro, como los hermanos Márquez, Viñales, Dani Pedrosa... Pero como abrazar a los tuyos, no hay nada.

Muchas de estas personas cumplieron el sueño de verlo correr en una carrera del Mundial, pero hace unos años lo veían entrenar en el circuito de Rubiás. ¿Qué recuerda de ese trazado?
Rubiás para mí era casi un patio de juego, pero también el lugar donde empezó a forjarse el sueño que ahora vivo. La verdad, me da pena que el circuito esté en esa situación de semiabandono en la que se encuentra, porque a nivel técnico, de trazado y por la ubicación que tiene, bien podría estar a la altura de un Mundial.

¿Qué influencia le gustaría que tuviese su título mundial a nivel de Lugo?
Lo que me encantaría es que mi título sirviese para crear cantera. Que hubiese más jóvenes que se animasen a practicar motocross y que saliesen a competir como pude hacer yo en su momento.

"Mi lugar para viajar sería el sofá de casa" 
¿Cuál es su comida preferida?
Me encanta el jamón serrano o el pescado.

¿Algún destino al que le gustaría viajar?
Con la de aviones a los que subo a lo largo del año, lo que más me gustaría ahora sería viajar al sofá de casa y quedarme una temporada en él.

¿Su coche preferido?
Aún no tengo edad para sacar el carné (ríe), pero cualquiera con un maletero grande.

¿Un deporte que no sea el motocross?
Siempre relacionado con el motor o las dos ruedas: trial, velocidad o mountain bike.

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