El que avisa no es traidor

El Leche Río Breogán prepara sin José Nogués, Dago Peña ni Thomas de Thaey el duelo del viernes en la pista de un Canoe que advirtió de su peligro al vencer el domingo en Mallorca
Mo Soluade entra a canasta. XESÚS PONTE
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El Leche Río Breogán volvió ayer a los entrenamientos con las ausencias de José Nogués, Dago Peña y la ya consabida de Thomas de Thaey, que aunque todavía no se emitido por parte del club el diagnóstico definitivo, se sabe será baja de larga duración, incluso con la posibilidad de que no vuelva a jugar en esta temporada. Desde que se produjo la lesión del belga -en el partido ante el Granada disputado el pasado 3 de noviembre-, desde el club, y el propio técnico del equipo, Diego Epifanio, reconocen estar trabajando en la contratación de un jugador que le sustituya hasta el final de temporada, aunque todavía no se han producido noticias al respecto.

José Nogués está en la fase final de su recuperación, pero aún no ha empezado a trabajar con el equipo, aunque se espera que pueda empezar a hacerlo a lo largo de esta semana. Dago Peña sufre un esguince de tobillo, que ya le impidió jugar ante el Marín y que, aunque no es grave, puede poner en duda su participación en el encuentro que el conjunto lucense disputará el próximo viernes (20.00 horas en la cancha de Pez Volador) ante el Real Canoe.

La visita al conjunto madrileño ha adquirido un nueva perspectiva para ambos contendientes después del inesperado triunfo logrado por los madrileños en la cancha del Mallorca el pasado domingo. Para el Leche Río Breogán ese resultado debe servir como una seria advertencia, porque además de demostrar que tiene capacidad para imponerse a uno de los favoritos, el Canoe afrontará el partido ante los lucenses muy reforzado anímicamente.

Y es que aunque el equipo que dirige el veterano Miguel Ángel Aranzabal con veinte temporadas al frente de su equipo solo suma dos triunfos -además del ya citado también derrotó al Huesca (69-54)- ha sido competitivo en partidos como el que perdió en Alicante (99-96), el que dedióante el Leyma (69-76) e incluso el que perdió ante el Valladolid tras un mal último cuarto (81-93).

La juventud de sus jugadores y, por lo tanto, la inexperiencia, está siendo una de sus principales hándicaps, aunque esto no evita que se pueda apreciar el talento de varios de los miembros de su plantilla.

Es el caso del base italo-argentino de 21 años Facundo Corvalán -14 puntos y seis asistencias ante el Mallorca-, del escolta estonio Kristian Kullamae, internacional por su país y máximo anotador de su equipo con 12,6 puntos por encuentro y un 40% de acierto en los triples (14/35), o los ala-pívots Olaf Schaftenaar y Tyler Seibring. Ambos, a pesar de su posición, son de los que más utilizan el lanzamiento de tres puntos y además con notables porcentajes. El jugador holandés lleva 40 intentos para anotar 16 triples (40%) y el estadounidense lanzó 32 para encestar 12 (38%).

Es decir, el ataque del Canoe dispone de una referencia interior -Kabasele o Chema Gil- y los otros cuatro jugadores ocupan posiciones abiertas. Salvo esos dos jugadores, todos los demás no tienen reparo en probar suerte desde más allá de la línea de 6,75 metros, de hecho el Canoe es el quinto conjunto de la competición con más intentos de tres puntos.

De la pasada temporada, en la que consiguieron la permanencia continúan cuatro jugadores: Herve Kabasele, Álvaro Lobo, Chema Gil y Ánder Martínez.

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