El primer ascenso del Breogán a la máxima categoría del baloncesto cumple 50 años

El equipo lucense se unió a la élite el 1 de marzo de 1970
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photo_camera Plantilla del equipo del Breogán que logró, en la temporada 1969-1970, su primer ascenso a la máxima categoría del baloncesto español. ARCHIVO

Hoy igual que ayer. Hace cincuenta años, Lugo vivió su primer gran éxito deportivo a nivel nacional. Por primera vez un equipo lucense era capaz de alcanzar la máxima categoría en una modalidad deportiva. Fue un éxito trabajado, medido y totalmente calculado. En marzo de 1970, el Breogán certificaba su ascenso al imponerse, el día 1 de ese mes, en Lugo al Canoe (102-71), tres jornadas antes de finalizar la Liga. Después, entre el 18 y el 23 de abril de aquel año, el equipo lucense disputaba una eliminatoria ante el Manresa, ganador del otro grupo de Segunda División, para decidir quién era el campeón de la competición, aunque los dos ya tenían el ascenso de categoría en el bolsillo. Hoy igual que ayer, el Breogán busca el ascenso a la máxima categoría del baloncesto español, ahora la ACB, curiosamente en unas fechas muy similares al último salto del equipo celeste, el 13 de abril de 2018.

Lo cierto es que esa eliminatoria le sobró a los breoganistas. Mantener la tensión competitiva un mes y medio después de haber logrado un objetivo soñado es casi imposible y, de hecho, el Breogán afrontó esa eliminatoria sin nada en juego, con escasa preparación y limitado de efectivos. El resultado fue que el Manresa se impuso en los dos encuentros (70-84 en Lugo y 63-55 en la localidad catalana).

El éxito del Breogán representó una gran explosión de alegría en una ciudad, en aquellos momentos, de poco más de 63.000 habitantes, y que de repente se veía compitiendo en una categoría en la que solo figuraban equipos de Madrid, Barcelona, Tenerife y Bilbao. Lugo, como dijo alguno de los protagonistas de aquel momento, ya se había situado en el mapa para sorpresa del resto de la afición española al baloncesto.

Desde aquel primer ascenso, el Breogán, con altibajos, se hizo sitio entre los habituales de la élite del baloncesto español.

Desde su fundación en el verano de 1966, los dirigentes del Breogán no ocultaron nunca su objetivo de alcanzar la entonces denominada Primera División. Un planteamiento que muchos, dentro y fuera de la ciudad lucense, consideraron descabellado y con pocos visos de poder cumplirse. Pero este razonamiento se reforzó cuando en la temporada 1968-69, y después de que el Breogán liderara su grupo de Segunda -y de imponerse invicto en la primera de la fase de ascenso, tras imponerse a Manresa, Vallehermoso, Tarrasa, Fiber y Lanjarón-, los directivos consideraran que el club aún no estaba listo para el salto e hicieron ver a los jugadores que un ascenso en aquel momento pondría en peligro la viabilidad de la entidad. El Breogán, acudió a la segunda fase, que se jugó en Zaragoza, con la idea clara de que tenían que hacer lo que no había hecho hasta ese momento: perder.

Pero esta renuncia al ascenso no fue más que un impulso. Con una estructura económica más sólida, el Breogán afrontó la temporada 1969-70 con una sola idea, la del ascenso. Con una plantilla formada por jugadores lucenses, reforzados por Armando Pérez, José Luis Lázaro, Alfredo Aguado y Ángel Serrano, el equipo lideró el Grupo A de Segunda desde el primer momento, en dura pugna con el Fiber de Bilbao, y el Vallehermoso y el Canoe, ambos de Madrid. El Breogan acabó la Liga con 17 triunfos y solo tres derrotas para proclamarse campeón, como está dicho, tres jornadas antes de finalizar. Las dos últimas jornadas fueron de celebración para el conjunto breoganista, que tuvo como rivales al Bosco de A Coruña y el Educación y Descanso de Ourense.

Desde aquel primer ascenso, el Breogán, con altibajos, se hizo sitio entre los habituales de la élite del baloncesto español. Sus 22 temporadas en la máxima competición le convierten en el duodécimo club de España con más encuentros disputados.

De aquel equipo que llegó a codearse con los más grandes es necesario, en forma de homenaje, referirse a los tres miembros ya fallecidos, el pívot Manuel Díaz, el alero Carlos Lamela y el masajista, Rogelio.

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